Mike Tyson es un ídolo derribado por su propia fuerza. Un Sansón de sí mismo. Regresa del infierno con unos calzoncillos negros de Versace. En el pesaje, la greca de la cinturilla resultaba tan hortera como compasiva. Es taparse las pelotas con un cordón umbilical de oro del que jamás puede escapar un ejemplar de barrio. El hombretón que un...
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