Muestra de la falsa superioridad de la izquierda es la politización de la ética. La podemos ver en la proliferación legislativa en torno a los llamados delitos de odio. Se presenta el caso, como siempre, en plan redentor incuestionable: ¿quién se opondrá a frenar el odio? Pero en realidad de lo que se trata es de ingeniería social, es decir,...
¿Quieres leer más?
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Suscríbete a Younews y tendrás acceso ilimitado a las mejores opiniones, análisis y otros contenidos exclusivos. Una suscripción que va más allá de las noticias, y para que lo pruebes te regalamos un mes gratis.
Has accedido a un contenido premium de La Razón. Te regalamos 10 contenidos gratis para que pruebes.
Tienes artículos disponibles
Inicia sesión si ya eres suscriptor