Coronavirus

El sectarismo no vencerá al coronavirus

Debería hacernos reflexionar como país que un proyecto como el hospital de pandemias de Madrid, que ayer fue presentado y la próxima semana abrirá uno de sus tres pabellones, sea recibido con críticas y deprecio por parte ya no sólo de la oposición de izquierdas, sino del propio Gobierno. El sectarismo político, la falta de sentido de Estado, de solidaridad territorial y entre instituciones, la inconsciencia ante los problemas reales de los ciudadanos y la inquina enfermiza que Pedro Sánchez ha demostrado contra Madrid por estar gobernada por el PP explica esta lamentable situación. Es incompresible y mezquino que se ponga en duda la utilidad de una infraestructura de primer orden levantada en tres meses porque faltan equipos y personal sanitario, como si cualquier otro centro hospitalario de esta complejidad y envergadura estuviese a punto a cien por cien el primer día. Así es, pero sólo levantando los cimientos y poniendo las bases de un centro que podrá aliviar la saturación de hospitales y sus UCI en caso de que la pandemia rebrote hasta niveles que bloqueen nuestros sistema sanitario, se podrá afrontar una situación de alarma. El hospital del Ifema levantado en la primera pandemia fue fundamental para su control durante el mes y medio que permaneció abierto, atendiendo a más de 3.800 pacientes gracias al trabajo de más de 1.000 sanitarios, una experiencia que fue alabada; de hecho, en la última reunión de presidentes autonómicos a la que asistió Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea felicitó a Madrid «por instalar en un tiempo récord el hospital Ifema, una instalación de clase mundial para el tratamiento de pacientes de cuidados intensivos». Puede negarse la evidencia, el trabajo bien hecho, la voluntad de sumar esfuerzos, pero de nada servirá cuando se impongan los datos de que la pandemia, pese a los avances de las vacunas, sigue ahí: si en la primera ola la cifra oficial fue de 28.000 fallecidas, ahora es de 17.000, 273 diarios.

Efectivamente, falta personal sanitario, y si ahora cuenta con 116 profesionales voluntarios para atender 1.056 camas –1.008 hospitalizados y 48 en UCI–, sólo cabe sumar esfuerzos para dotar al centro de todos medios, sobre todo cuando el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal acogerá si es necesario a ciudadanos de otras comunidades. La línea marcada por Sánchez no deja dudas, y así como rehuyó visitar el hospital de Ifema aun siendo un centro avanzado en la lucha contra la pandemia, ayer también evitó participar en la inauguración del nuevo centro. Ni siquiera el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tuvo la deferencia, ni aunque sea por los miles de ciudadanos españoles fallecidos, los hoy enfermos, y la necesidad de mostrar la unidad que tanto reclaman. Como dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, «un nuevo hospital, nunca es una mala noticia».