Opinión

Coronavirus por Navidad

La Covid-19 arrecia. Y, según los expertos, lo hará más incluso en enero, febrero y marzo de 2021, aún con las vacunas. Creíamos que ya estaba todo controlado, pero no. Y si alguien nos lo dice, miente. Por eso, ahora más que nunca, es preciso observar las medidas de seguridad con disciplina. Sin saltarnos ni una sola. Si nos relajamos por Navidad las expectativas serán peores.

Y se trata de parar esta pandemia lo antes posible. Nos va a costar. A todos. Pero solo si somos capaces de poner cordura en esta vorágine de pensamientos enloquecedores podremos volver, algún día –aún sin señalar– a la normalidad. El regalo más preciado que podemos hacerles a los que queremos es evitar su contagio. Aunque sea privándonos de su compañía. Las fechas señaladas en el calendario parecen inamovibles, pero no son más que números de almanaque. Lo importante son los recuerdos que albergan. Los sentimientos que nos despiertan. Y si deseamos que en años venideros las de esta Navidad nos provoquen alegría y no dolor, debemos contener nuestros impulsos y nuestros abrazos, para no lamentar contagios pequeños, grandes e incluso fatales.

Nadie nos robará el amor que sentimos por nuestros familiares y amigos. Ni siquiera este virus importado y asesino, que pretende amedrentarnos. Nadie conseguirá que no atravesemos esa maraña de miedo y angustia en la que ha sumido a esta sociedad, tan necesitada de contacto. Y no la hará, porque contamos con la esperanza, real, de que llegará ese día en que volveremos, a juntarnos, a tocarnos y hasta a reírnos, recordando aquel año en el que algún elfo malvado nos trajo un coronavirus por Navidad.