Opinión

Feminismo patológico

«Si esto no es delito de odio, debería serlo de ignorancia»

El pasado día de Navidad, la feminista lideresa socialista valenciana se jactó en Twitter de que Dios necesitó del órgano genital femenino para poder nacer, abriendo un lamentable debate. Irene Montero lo retoma ahora, remitiéndose además a una escritora feminista, referente cultural suya, alegrándose de que la Fiscalía no lo haya considerado delito de odio y haciendo una escabrosa reivindicación de la sangre feminista.

Si esto no es delito de odio, debería serlo de ignorancia, pues –como «cultas feministas» que aparentan ser– tendrían que saber que el texto y la imagen de la Virgen pariendo que acompañaba al tweet, para nada representan a quienes quieren ofender, porque la Virgen María no dio a luz de la forma natural propia de la mujer, como desde los primeros siglos de la Cristiandad se definiera dogmáticamente en el Sínodo de Letrán y el Concilio de Calcedonia.

San Ildefonso de Toledo, patrón de la ciudad imperial cuya fiesta se celebró anteayer, redactó en el siglo VII la liturgia de la misa de la Virginidad Perpetua de María, definida como el segundo de los Dogmas Marianos, lo que le valió ser privilegiado con el milagro de la casulla que le impuso la propia Virgen en sobrenatural aparición, recordada en espléndidos lienzos y en la Catedral Primada de España.

Sobre la «naturalidad» de ciertas imágenes, baste recordarles que el pudor y el derecho a la intimidad no son de machistas, sino de buen gusto y mera educación. Agradeceremos se abstengan de mostrarnos otras representaciones de feministas haciendo sus «naturales» necesidades.