Opinión

“Es necesario un Congreso Nacional del PP para otoño”

Con la ambición de la Refundación, que tenía como objetivo que nos votasen quienes nunca lo habían hecho y no como ahora, que necesitamos que nos voten quienes siempre lo han hecho

Pedro Agramunt

En 1989 en un Congreso Nacional AP se refundó en el PP. La Refundación fue una acertada decisión de Fraga después de que en el 82 y en el 86 obtuviésemos los mismos votos sin que se sumase todo el centro derecha español al partido, vocación de AP, y el PSOE ganara con mayorías absolutas. La Refundación tenía como objetivo que nos votasen quienes nunca lo habían hecho. Justo al contrario que ahora, que necesitamos que nos voten quienes siempre lo han hecho. Y en tiempo bien cercano. Las mayorías absolutas de la izquierda son del siglo XX, es el Centro Derecha quien las ha obtenido en el siglo XXI.

Ahora el PP después de su hegemonía total durante tres décadas en la opción política de la libertad, las reformas, la igualdad de oportunidades, la prosperidad y el bienestar para todos los españoles, la unidad de España, el desarrollo autonómico, la fortaleza en Europa, la presencia en Iberoamérica, la defensa de la Democracia, el desarrollo de la Constitución de la Concordia, la separación de poderes, la economía de mercado, la iniciativa social, y la defensa de la dignidad de la persona desde su concepción hasta el final de sus días, ha ido perdiendo votos hacia dos nuevas formaciones, Cs y Vox.

Nuestro partido está ahora en una nueva tesitura, recuperar a aquellos españoles que han dejado de votarnos, pero siguen creyendo en la España de la libertad, de la igualdad y de la democracia. Esta división imposibilita que el Centro Derecha vuelva a gobernar si no atraemos de nuevo a todos quienes fueron electores del PP. Pensamos y trasladamos a la dirección nacional del partido, con absoluta lealtad y determinación, que en otoño debería convocarse un Congreso Nacional, con la misma ambición del de la Refundación, entonces para conseguir atraer a todo el electorado de Centro Derecha que no nos votaba, ahora para volver a Reunir a todos los que de manera entusiasta y pleno convencimiento creyeron en nuestra organización política para gobernar los destinos del país con los mejores datos de empleo, prosperidad, bienestar y modernización.

Reunir de nuevo a los once millones de españoles que hasta el año 2011 nos dieron su apoyo y compromiso. España ha de ver en un Congreso el debate de las ideas y el equipo resultante para llevarlas a cabo. Así ha funcionado desde aquel año de 1989, y así hemos creado la fuerza política con mayor implantación en todo el territorio nacional. Las primarias de julio de 2018 fueron muy importantes para salvar el momento crítico de la usurpación del gobierno por parte de Sánchez y un variopinto grupo de diputados desde la izquierda radical a los grupos independentistas, fundando la legitimidad de la censura en una frase impuesta en una sentencia que nada tenía que ver con la honorabilidad del gobierno de Rajoy.

Después de dos elecciones que han dado por resultado un gobierno social comunista, que se apoya en Bildu y ERC y que nada tiene que ver con el añorado PSOE con el que nos hemos alternado defendiendo la democracia constitucional y, en el peor momento de la historia democrática de España por la pandemia y la crisis económica subsiguiente, el Centro Derecha SÍ suma votos para, en una misma opción, volver a ganar por mayoría absoluta las elecciones generales, como sigue ocurriendo en la Galicia de Feijóo. El Partido Popular ha vivido circunstancias de todo tipo. Buenos y malos momentos. Gobernando España y la mayoría de autonomías y ayuntamientos de forma siempre exitosa. También ha sufrido momentos de complejidad e incertidumbre.

La grandeza reside en sobrellevar los éxitos y las adversidades de igual manera, con dignidad y serenidad. Después de la dimisión de Fraga, Mancha y Tizón intentaron un proyecto que no resultó válido, hacer de arriba a abajo un partido dentro del propio partido. Aznar, después de la Refundación, organizó el partido de abajo a arriba, ensanchando la organización, contando con los que estaban e invitando a nuevas incorporaciones. Los compromisarios para el Congreso Nacional de Sevilla de 1990 fuimos alentados para el debate de las ideas, conscientes de que serían llevadas a cabo por una dirección cuya elección forjaba su compromiso con lo vivido y con lo por vivir. Todos juntos. El ritmo congresual continuó con esos pasos de manera regular. Y ha funcionado siempre. Se animó la participación, se construyó una arquitectura fuerte de la que hoy seguimos disfrutando para el funcionamiento de la organización en tiempos difíciles.

Hoy tres años después de aquellas primarias de ilusión y renovadas esperanzas, en un momento tan crítico para el país y a dos años de las siguientes elecciones generales, la convocatoria del más importante y superior órgano del partido y su militancia debería potenciar de nuevo nuestra presencia en la sociedad, nuestro compromiso con el liderazgo de nuevo de todo el Centro Derecha español, nuestro discurso basado en la experiencia y volcado con el futuro de los españoles y nuestra convicción de sumar a todos los que fueron, a los que son y a los que vengan, para ser fuertes con sólidas bases. Sería bueno reactivar dos de las estrategias que tan buenos frutos dieron, “hacer del partido la Casa Común del centro derecha” y “emprender la Renovación por Adición”.

El PP es un partido de Congresos. Pablo Casado goza de nuestra confianza. Puede convertirse en el líder de la Reunión de nuevo en el PP de los 11 millones de electores. Por eso un Congreso en otoño de este año, 2021, tres años después de las primarias y cuatro desde el último ordinario, en los ritmos acostumbrados, movilizando a todos los que militan, para recuperarlos, es el paso inexcusable para refortalecer la organización. Y, sobre todo, un Congreso para recuperar a nuestros votantes, esencial para alcanzar la Presidencia del Gobierno. El Partido Popular es un partido de militantes, centenares de miles, son la base de nuestro éxito, pasado y futuro. Recuperémoslos.

Nadie tiene la militancia, la presencia y la implantación del PP.Y el Partido Popular es un partido con vocación de gobernar, si la transmitimos los electores volverán. Nos tienen que ver unidos, animados, mirando sin miedo al futuro, debatiendo sobre las cosas que ocupan y preocupan a la sociedad española. Son ellos los ciudadanos que confiaron en nosotros los primeros que quieren volver a votar a un partido ganador al servicio de España y de los españoles.