Política
Iglesias, animal político
El líder morado se ha dado cuenta perfectamente del cambio de actitud de Sánchez hacia él
Iván Redondo está fuera de juego. Después de que Díaz Ayuso rompiera la baraja en Madrid por el asunto de Murcia y le pillara al PSOE sin candidato y sin estrategia, que a continuación se desbaratara la moción, quedándose con un palmo y, para terminar, Pablo Iglesias será el candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
A Redondo le salen bien las partidas cuando él lleva la iniciativa en las jugadas y muy mal cuando le arrastran las de otros.
Iglesias ha vuelto a demostrar que es un animal político. El líder morado se ha dado cuenta perfectamente del cambio de actitud de Sánchez hacia él. No es que sea especialmente difícil descifrar al socialista, es muy básico en estas cosas, ha dejado de hablarle, le esquiva y se muestra huidizo y mohíno.
La interpretación que ha hecho Iglesias es que está rumiando un anticipo electoral, probablemente para septiembre, cuando esté vacunado el 60 o 70% de la población y aún las ayudas públicas estén sujetando el hundimiento de muchos empleos.
El PP resquebrajado, Ciudadanos un esperpento andante, Podemos en horas bajas y únicamente Vox como partido emergente, configura la situación ideal para un Sánchez que ambiciona mayoría absoluta.
Sin embargo, Iglesias ha dado una patada al tablero y se ha anticipado. El líder podemista se victimiza, abandona el confort de Moncloa demostrando a sus fieles que no se apega a los sillones sino a las causas, es generoso promocionando a otros en la organización y centra la batalla madrileña entre Díaz Ayuso y él.
Nada más lejos de la realidad, sus días en Moncloa están contados y después de las próximas elecciones su futuro incierto. Ahora se va por la puerta grande y empieza una etapa de distanciamiento y de ataque a los socialistas buscando encontrase con su propio espacio político.
El PSOE madrileño ha quedado noqueado, en ese escenario no tiene espacio mediático porque los extremos se lo comen todo y, encima, con Gabilondo de candidato, un paquete rancio y aburrido que se presenta obligado a las elecciones y que ya no engaña a nadie, mas que un catedrático moderado es la alegoría de la pereza que se ha abombado el escaño de tanto sestear en él.
Para Díaz Ayuso es una buena noticia, iglesias es el político más odiado por la derecha madrileña, el PP se ha asegurado la movilización de sus votantes y muchos de Vox acudirán a los mítines a despotricar de Podemos pero, en Madrid, votarán útil.
Si Redondo hubiese previsto todo esto, nada se hubiese movido en Murcia. Ya veremos cómo quedan los resultados, pero, hasta ahora, a los que mejor les va es a PP y Podemos, ambos han pasado a la ofensiva.
Arrimadas debe estar a punto de tratamiento psicológico, con media plantilla fichando por el PP y, lo que quede, por el PSOE. Nunca nadie tiró tanto capital tan rápido y de tan mala manera. El 4 de mayo leeremos las esquelas políticas, parece que serán varias. Miedo da cuando Sánchez lo entienda.
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