Política
Todo vale contra Ayuso
En la maniobra propagandística no importa la verdad, sino la destrucción del enemigo
Es impresionante. No hay límite en la ofensiva de la izquierda política y mediática contra Ayuso. La estrategia ayer fue asegurar que no se vacuna durante la Semana Santa a los mayores de ochenta años. No hay suficientes vacunas, algo que es responsabilidad del gobierno socialista-comunista, y es necesario mantener la reserva estratégica para la segunda vacuna en el caso de que se rompa, como ya ha sucedido, la cadena de suministro.
Es evidente que se está vacunando en el Hospital Zendal y en el Wanda Metropolitano, pero en la maniobra propagandística no importa la verdad, sino la destrucción del enemigo. Y utilizo expresamente este término porque es la forma con que afrontan el PSOE, Más Madrid y Podemos estas elecciones contra el PP y, especialmente, contra su candidata. Gabilondo acudió a un centro de salud primaria, que estaba cerrado por vacaciones, para intentar justificar lo injustificable.
Por lo visto, los sanitarios no tienen derecho a descansar y reponer fuerzas después de estos meses de dura actividad. Otra línea de ataque es lo que sucede en otras comunidades, algunas beneficiadas por intereses políticos en el suministro de vacunas, cuyas características son muy diferentes a la comunidad madrileña.
Mientras tanto, el Gobierno continúa con su estrategia propagandística a pesar de su continuado fracaso en la gestión de la pandemia. La ministra de Sanidad anunciaba nuevas dosis de Astra Zeneca y Pfizer para el lunes y que estamos a la espera de la llegada de dos millones. La memoria es frágil, pero no tanto como para olvidar las promesas incumplidas desde que se tuvo conocimiento del inicio de la pandemia en China. Es difícil encontrar una gestión más desastrosa, caótica, irresponsable y propagandística, hasta extremos zafios, en nuestra historia.
La actitud negligente y el despilfarro gubernamental de los fondos públicos han quedado eclipsados por la globalización de la covid-19, así como por la desastrosa actuación de la UE, que ha conseguido, desgraciadamente, que crezca el euroescepticismo. A pesar de todo, la izquierda, con la ayuda de sus palmeros mediáticos, continúa su lamentable campaña contra Ayuso.
Es el aperitivo de una estrategia de destrucción masiva donde todo valdrá con tal de conseguir el poder. El objetivo de La Moncloa es que sea a cualquier precio, aunque, afortunadamente, los madrileños no son tontos y saben muy bien que las mentiras tienen las patitas muy cortas. Y solo faltaría que tuvieran que sufrir, como sucede en España, otro gobierno controlado por Iglesias.
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