Opinión

¿Cisma en Alemania?

Se cierne como una amenaza real la posibilidad de un cisma

Hoy está anunciado en Alemania un grave acontecimiento eclesial, que puede precipitar decisiones indeseadas en el seno de la Iglesia Católica: se ha convocado a una «Intercomunión» de católicos y protestantes y cuantos la deseen, al margen de su creencia religiosa, contrariando y desobedeciendo públicamente al dicasterio vaticano responsable del mantenimiento de la Doctrina de la Fe. Para el mundo profano puede parecer una noticia sin más importancia y de interés tan sólo para católicos «tradicionalistas» y/o retrógrados, según su particular cosmovisión que limita en lo alto con la atmósfera terrestre. Están en su libertad y derecho a pensar así, aunque se podría aplicar la sentencia de Galileo: «Eppur si muove»; o sea, «al margen de lo que uno crea, ahí están los hechos».

Y estos son que se cierne como una amenaza real la posibilidad de un cisma nacido en la Iglesia católica en Alemania. El Sínodo que allí lleva realizándose durante meses con gran preocupación y atento seguimiento desde Roma, tiene hoy una etapa de gran trascendencia. La Eucaristía es el Misterio y Sacramento central de la fe católica, y lo que se anuncia hoy, y apoyado por el Cardenal Kong, Presidente de la Conferencia Episcopal germana, afecta a la esencia de la misma.

En 1517 Lutero inició un camino cismático de consecuencias extraordinarias en todos los órdenes de la vida no sólo religiosa, sino política, económica y social. Hoy, cinco siglos después, una parte de la Iglesia en Alemania parece querer repetir aquella desdichada experiencia para todos.