Política
El PP afianza el cambio de ciclo político
No hay nada peor en política que perder el sentido de la realidad. Confundir la propaganda con las medidas concretas que deben tomarse, aun con el rechazo de la ciudadanía, es el efecto directo de ese estar por encima de los hechos concretos. Nadie dice que no sea necesario pensar en el futuro y poner las «luces largas» para prever lo que pasará dentro de cincuenta años, pero, además, está la engorrosa tarea de preocuparse del día a día del país, máxime cuando muy poco después de la constitución del gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos y encabezado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, España, como el resto del mundo, entró en una crisis sanitaria a la que nadie supo anticiparse. Las elecciones de Madrid del pasado 4 de febrero fueron las primeras que se celebraron cuando la pandemia había dejado claro qué efectos sociales y económicos iba a dejar, y así se votó, entre dos modelos de gestión (el caso de los comicios de Cataluña siguieron en la clave habitual del nacionalismo: no se vota entre izquierda o derecha, sino entre independencia o constitucionalismo). Esa tendencia que plasmó la victoria de Díaz Ayuso se ha visto corroborada en varios sondeos –sin contar los del CIS, que persiste en cocinar a la carta de La Moncloa–, como los de NC Report publicados por LA RAZÓN. En estos momentos, el PP obtendría el 30% de los votos (127-128 diputados), frente al 25,8% (100-102) del PSOE. En la encuesta del pasado 8 de mayo, justo tras los comicios madrileños, los populares superaban por primera vez a los socialistas por ocho décimas. Hay un dato que no debe perderse de vista y que explica la progresión a la baja del PSOE, y es que en ningún sondeo –insistimos, al margen del CIS– había superado el 28% obtenido el 10-N. Es decir, esa tendencia constante a la baja tiene que ver con el propio Gobierno de izquierdas y el lastre que está suponiendo Podemos, su radicalismo vacío y su papel desestabilizador, al que se han sumado los partidos independentistas que están manteniendo al Ejecutivo.
Por otro lado, la valoración de la gestión de la pandemia quedó demostrada cuando en los meses de mayo y junio de 2020, tras el confinamiento, el PSOE ya había perdido dos puntos. La situación ahora es que PP y Vox podrían alcanzar la mayoría absoluta con 180 escaños, mientras que el PSOE debería, si fuese posible, revalidar su mayoría cosiendo un alianza con más de diez partidos. Sin embargo, en el horizonte político de los populares juega a su favor esa tendencia al alza y que sea visto como una alternativa real de gobierno, tal y como demuestra la progresión ascendente del voto y la fidelización de su electorado, que es el más alto de todas las formaciones (96,2%). Por contra, Cs y Podemos siguen siendo los dos partidos que más están sufriendo ese nuevo cambio de ciclo político que pide más estabilidad y menos radicalismo.
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