Opinión
El despropósito de los indultos
El gobierno quiere que la oposición le regale un cheque en blanco para ceder ante el independentismo
No es posible dialogar con aquellos que quieren destruir España. La experiencia demuestra que el único lenguaje que entienden los independentistas es la firmeza del estado de Derecho. No hay otro camino, porque nuestra debilidad es su fuerza. No voy a caer en el frentismo o la descalificación, porque Sánchez considera bienintencionadamente que hay que buscar una salida al conflicto que existe en Cataluña. Por ello, se quiere ejercer el derecho constitucional de gracia indultando a los presos del procés”.
El coste político para el PSOE será enorme, porque no se trata de ejercer una venganza o quedar atrapados en la revancha sino exigir el respeto a las sentencias judiciales. Estoy a favor de la institución jurídica del indulto, porque permite reparar anomalías o favorecer la reinserción cuando las condiciones del delincuente han cambiado con el paso del tiempo.
Es una figura controvertida al tratarse de un acto graciable del poder ejecutivo que anula o modifica una decisión del judicial. En este caso, lo es todavía en mayor medida, porque los condenados no solo no se arrepienten, sino que han anunciado que lo volverán a hacer. No es una situación equiparable al fallido golpe de Estado del 23-F, la corrupción o el caso GAL.
El gobierno quiere que la oposición le regale un cheque en blanco para ceder ante el independentismo con los indultos y un nuevo Estatuto que pretenderá que la presencia de España sea marginal e irrelevante. Es una línea roja que el constitucionalismo nunca debería cruzar. La mesa de negociación bilateral entre España y una comunidad autónoma como Cataluña es un despropósito de consecuencias imprevisibles y la pretensión de elaborar un nuevo Estatuto para fortalecer el proyecto secesionista solo nos puede conducir al desastre.
Desde la Transición hasta ahora, hemos podido constatar que las cesiones ante los nacionalistas solo han servido para debilitar al Estado y fortalecer la voracidad del independentismo. Nunca hay avances positivos, porque la administración catalana va creando estructuras clientelares que sirven para enriquecer a sus amigos, así como para manipular y adoctrinar a la opinión pública en beneficio de su estrategia secesionista. El PP y Vox hacen muy bien mostrando su más firme rechazo a los indultos y las cesiones.
España merece lealtad y que se cumplan las obligaciones constitucionales. Hay que ayudar al PSOE para que siga siendo el gran partido de la izquierda española y centrarse en realizar las inversiones que permitirán que retroceda el independentismo.
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