Pedro Sánchez

«Sin más comentarios»

De los muchos y diversos peregrinos motivos que el Gobierno y sus terminales están difundiendo para intentar justificar lo injustificable sobre unos indultos calificados por el propio Tribunal Supremo como «imposibles», destaca el de exigir a los que se oponen a ellos a pedir perdón a los catalanes «por el daño hecho a Cataluña». En esta frase se resume el concepto que Sánchez y su Gobierno tiene de Cataluña, que resulta ser el mismo que el de los indultables secesionistas, que la consideran un predio de su propiedad. Solo desde esta lógica perversa se explica que quieran concederles esa gracia, y que oponerse a esos indultos sea «atacar a Cataluña».

En otros tiempos, la oposición al franquismo decía que «el Régimen» se identificaba con España, y convertía en antiespañoles a los contrarios a Franco. Sánchez ahora ha doblado la apuesta, y son anticatalanes los que discrepan de Junqueras y Puigdemont. Así, el TS es el mayor anticatalán que existe por condenarles por sedición y malversación y oponerse a sus indultos.

Sánchez actúa como el nuevo Rey Sol, que afirma cual moderno monarca absoluto, «El Estado soy yo». Nuestros socios internacionales toman nota y dan a España un trato en consecuencia.

Si somos lo que es Sánchez, nuestra relación con los EEUU es la que ya hemos visto. Una imagen vale más que mil palabras, aunque el presidente comparezca a continuación para explicar el contenido íntegro de ese «histórico encuentro» en la sede de la OTAN. Sin más comentarios.