España

España ante problemas africanos

«Se puede producir una escisión en Guinea entre la zona fang y una Confederación marítima»

Tras un conflicto con Portugal, Carlos III pudo situar a España en el Golfo de Guinea. La trata de negros esclavos, desde allí a América, fue un negocio esencialmente portugués, pero en el que participó España y motivó que nuestro acercamiento fuese, en principio, exclusivamente para mano de obra en América. Pero también existió, en el siglo XIX, un interés científico. Fue importante el papel de miembros de la Real Sociedad Geográfica –con exploraciones que coincidieron con nuestra participación en conferencias europeas para delimitar posesiones coloniales–. Y esto coincidió con toda una serie de movimientos migratorios que, desde el este africano, marchaban buscando la libertad hacia el Atlántico. Todo ello dio lugar a que, en la zona asignada a España, se asentasen miembros de pueblos africanos muy dispares. Cuando definitivamente quedaron establecidas las líneas fronterizas de las colonias europeas, la variedad, de tipo cultural, existente en el ámbito español, fue muy marcada. Cuatro grandes grupos se asentaron en él. En la Isla Fernando Poo, el grupo clave fue el de los bubis; en la también cedida por Portugal Isla de Annobón, se constituyó un conjunto culturalmente interesante, de annoboneses. En las islas costeras del territorio denominado después Río Muni, se asentaron los miembros del grupo ndowé, que mucho pelearon con los restos que quedaban todavía del tráfico de esclavos. Y en el territorio español no costero, el pueblo que dominó con carácter combativo extraordinario, basado en valores guerreros notables, fue el fang.

Bajo la administración española, se produjo una vinculación con nuestro modelo autárquico, que progresó notablemente, a partir de 1939. A través de becas, de creación de centros culturales, de misioneros, del desarrollo local de medios de difusión –recordemos al periódico Ébano, y emisoras de radio y televisión–, el español pasó a ser una lengua común, unificadora políticamente, como ya había destacado Max Weber. Y la política económica española desarrollada desde entonces, creció allí, también, de manera notable, pasando a tener, por ejemplo, niveles salariales mas altos que los de los países del entorno, lo que provocó fenómenos inmigratorios, que se acababan vinculando con los habitantes previamente asentados en esa zona.

Con motivo del Plan de Desarrollo, se hicieron investigaciones macroeconómicas que probaban el crecimiento y el aceptable nivel de bienestar existente. Por poner un dato comparativo: el PIB por habitante de Fernando Poo tenía una magnitud análoga a la de Lugo.

Mas todo eso, –como consecuencia de planteamientos orientados por EEUU en la ONU– se vino abajo, porque ésta impulsó fuertes tendencias anticolonialistas. Y ese mensaje, al llegar a esa provincia española en África, provocó, por una parte, el nacimiento de movimientos independentistas frente a España; pero también, los cuatro grupos básicos hacían imposible creer en una sola nación independiente, aunque se intentara eso por España, al concederles la independencia.

Los fang pasaron a dirigir esa nueva realidad política, con el sangriento presidente Macías, y, después, con el actual Presidente Obiang, rompiendo, ambos, multitud de lazos con España. Si leemos los datos mundiales de niveles de corrupción, los más altos universales aparecen allí, y simultáneamente, el auge del PIB se ha venido abajo con Teodoro Obiang.

Ante esto, los annoboneses, desde su lejanía en el Atlántico, acaban de decidir, a través de un comunicado oficial, iniciar el proceso político de abandono de Guinea Ecuatorial, en un documento firmado el 8 de abril de 2021. Asímismo, el Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko –Fernando Poo–, (M.A.I.B), ha solicitado la «autodeterminación interna». Todas las noticias indican que algo similar va a ocurrir con el conjunto ndowés, el costero, de tradicionales buenas relaciones con España. El mundo fang, que controla buena parte de la zona continental, no entra en estos planteamientos, y ello puede producir una escisión en Guinea Ecuatorial, entre esa zona fang –vinculada a la presidencia de la República–, y una Confederación marítima entre Annobón, Bioko y la costa actual de Guinea Ecuatorial. Evidentemente, se va a querer conocer la opinión española y también hay posibilidad de que los fang de países limítrofes decidan unirse con ellos, con todas sus consecuencias.

La enorme herencia cultural española en África, motiva que carezca de sentido el mantenimiento del silencio español, ante este suceso que parece estar a punto de nacer.