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Queremos la pensión

Los «desgraciaos» del baby-boom hemos cotizado como idiotas pensando que al llegar a los 65 tendríamos jubilación

Lo de las pensiones se veía venir. Andan dándole vueltas al tema y no saben cómo comunicarnos que el dinero y las cotizaciones que pagamos no van a servir de mucho ante el actual panorama de escasez de fondos públicos, deuda creciente, déficit galopante e incremento del gasto alocado en autonomías, ayuntamientos y la Administración Central del Estado. Están como enrabietados buscando dinero hasta debajo de las piedras, de manera que pagamos más y más en forma de multas, sanciones, tasas, impuestos directos e indirectos, contribuciones por doquier, retenciones a cuenta de cualquier cosa que se inventan para esquilmar al ciudadano en nombre de un Estado devorador que todo lo engulle.

De modo que primero nos dijeron que íbamos a jubilarnos a los 67, y ahora que ya veremos cuándo, que hay poco dinero y lo mejor es seguir trabajando hasta que caigamos enfermos de tanto trabajar. O sea, de la fábrica al cementerio. Los «desgraciaos» del baby-boom hemos cotizado como idiotas pensando que al llegar a los 65 tendríamos jubilación y, ahora, resulta que vamos a tener que seguir atados al tajo si queremos cobrar lo mismo que nos prometieron, o bien renunciar a parte de lo que en teoría nos deben tras 35 o 40 años pagándole tasas al Estado.

Dice el ministro que las opciones son dos: o trabajar más o cobrar menos. Pero a nadie se le ocurre eliminar administraciones, chiringuitos públicos, burocracia innecesaria, políticos acostumbrados a vivir del cuento.

Y encima nos recortan la desgravación por los planes de pensión. Dice un amigo que «no quieren jubilarnos: quieren eliminarnos».