Partido Popular
Los 200 civiles de Casado
Casado siente por primera vez que pisa firme en la refundación del centro derecha y en esa clave intentarán jugar la Convención de octubre
No hay elecciones a la vista, pero los partidos están nerviosos por engrasar su maquinaria. Agosto es un mes en el que cada vez se descansa menos, y si no que se lo digan al equipo que en Génova trabaja sin pisar el freno para conseguir que en septiembre esté bien ordenado el fichaje de los doscientos nombres de la sociedad civil que durante todo el mes se fotografiarán bajo las siglas del PP en distintos actos organizados para «calentar» la alternativa de Pablo Casado. Son doscientos, la cifra redonda la tienen así apuntada en sus «papeles» en la dirección nacional y es el aperitivo de la Convención que celebrarán a principios de octubre en Valencia, feudo a reconquistar por los populares si les deja el PSOE de Ximo Puig.
El éxito de la idea, y de la Convención de octubre, dependerá de que la buena colección de fotos vaya unida a nuevas propuestas que confirmen que hay una alternativa sólida que puede ir mucho más allá de la estrategia de negar cada una de las decisiones e iniciativas que promueve el Gobierno de Sánchez. Casado siente por primera vez que pisa firme en la refundación del centro derecha y en esa clave intentarán jugar la Convención de octubre.
Pero Vox ha visto las orejas al lobo y prepara el contraataque con otro acto masivo, y con buena pirotecnia, justo el fin de semana después de que Casado reivindique la unidad del centro derecha y se reivindique a sí mismo como la única alternativa a Sánchez.
Sánchez y Casado discrepan en todo, pero están igual de convencidos de que con ellos llega el principio de un nuevo bipartidismo que enterrará esta larga etapa de fragmentación parlamentaria tan poco productiva en las reformas estructurales que tiene pendiente afrontar España. Sólo que incluso en el caso de que se cumpliera esta previsión, el bipartidismo tradicional está todavía muy lejos de intuirse en el horizonte. El PSOE siempre optará por construir su modelo de España con nacionalistas e independentistas antes que sentarse con el PP. Y en el PP son mayoría los que preferirían depender del PNV que tener que ir a un Gobierno pactado con Vox.
Pero antes llegarán los fuegos artificiales de otoño. Con trampas en la negociación del Gobierno con los independentistas porque también ahí no todo es lo que intentan hacer que parezca. El acuerdo está en el dinero y en el empoderamiento de la Generalitat.
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