Opinión

Educación para el Adoctrinamiento

El fundamento de esta ofensiva permanente es la superioridad moral de la izquierda

La izquierda siempre ha tenido la obsesión de controlar la educación. Es la expresión de una ingeniería social que busca crear buenos ciudadanos que comulguen con sus principios y valores. Es característico, también, de las dictaduras y en lo que han coincidido el comunismo, el nazismo, el fascismo, los regímenes militares y los teocráticos.

Es tan fundamental que no puede permitir ni un atisbo de libertad. España es una gran democracia y esto les limita en sus aspiraciones. Los más moderados, el PSOE, los más fanáticos, Podemos, y los independentistas coinciden en el mismo objetivo de adoctrinar a la sociedad.

El fundamento de esta ofensiva permanente es la superioridad moral de la izquierda que le permite perpetrar cualquier acto liberticida porque quieren crear buenos ciudadanos. El entramado de políticos, intelectuales y periodistas que la rodean determinan unos principios que son de obligado cumplimiento, salvo que se quiera sufrir ataques y acusaciones de fascista, ultra e intolerante.

Durante el gobierno de Zapatero se inventaron el bodrio de la Educación para la Ciudadanía que tenía como objetivo establecer un canon de la verdad y la mentira, lo bueno y lo malo. Por supuesto, se intentó vender como algo positivo e integrador, pero ya se encargaron los profesores adoctrinadores de izquierdas y los manuales de hacer su papel al servicio del fanatismo.

El actual gobierno ha decidido renovar su ofensiva y ha buscado el pomposo título de Valores Éticos, aunque serán socialistas, comunistas, antisistema e independentistas los que decidan cuáles son. Por ello, lo más sensato sería denominarla Educación para el Adoctrinamiento. No tienen por qué cortarse y hay que llamar a las cosas por su nombre. Es importante que los niños sepan que ser de izquierdas comporta defender una serie de valores positivos, mientras que la derecha representa todo lo negativo.

Hay que actuar como sucede en muchas series españolas donde la gente de izquierdas es simpática, solidaria e inteligente mientras que los de derechas son unos cazurros, salidos y ultras. Los niños han de aprender, gracias a la nueva asignatura de Educación para el Adoctrinamiento, que el sexo se tiene que afrontar con una visión amplia y abierta, aprender la matemática LGTBIQ+ y reconocer los riesgos de la manipulación y desinformación. En definitiva, ser agentes del cambio ecosocial e implicar al entorno familiar.