Matemáticas con perspectiva de género

Tras la lamentable Ley Celaá, ahora toca su desarrollo, y lo que ya vamos conociendo pone de manifiesto que se confirman las peores previsiones, con el Gobierno imponiendo su agenda política convertida en el programa para adoctrinar a los niños en la escuela. Educarles empoderándolos en feminismo y en la ideología de género, y convertirlos a partir de los seis años en «agentes del cambio ecosocial». Los textos de los programas de las asignaturas enviados a las autonomías para su análisis deberían llevar el logotipo del partido sanchista para su adecuada interpretación, identificación y aplicación. En ellos, no podía faltar además la imposición de la perspectiva de género en todas las asignaturas, lo que resulta particularmente interesante en el caso de las ciencias exactas.

Aunque el tema es lo suficientemente serio y preocupante como para tomárselo a broma, resulta difícil imaginar esa perspectiva para enseñar a los niños –niñes y niñas, por supuesto– las tablas de sumar, restar, multiplicar y dividir. Espero no se trate de convertir a los números en númeras ya que, afortunadamente, las tablas, las cifras, las sumas, las restas, la multiplicación y la división son ya operaciones femeninas.

Cuando se produzca la alternancia en el Gobierno, que confiemos sea lo antes posible, habrá que derogar absolutamente toda esta legislación sanchista con carácter de urgencia. Si con la LOGSE se produjo el primer golpe demoledor a la calidad educativa, colocándonos en las peores posiciones del informe PISA en Matemáticas, imaginen el futuro con esta nueva perspectiva de género.