España

Mal otoño en la España vaciada

La decisión estrella del Gobierno de declarar al lobo especie protegida ha colmado la paciencia de los ganaderos de más arriba del Duero

No corren buenos tiempos para la España despoblada. El otoño, que es, de suyo, la estación de la decadencia de los pueblos tras el falso bullicio del verano, viene este año con peor cara aún. Se acumulan las malas noticias en el campo. Los poderes públicos, tras un tiempo de encendidas promesas, vuelven a guardar en el cajón los planes para esta España vaciada a la espera del reparto de los fondos comunitarios y de la elaboración de los presupuestos del Estado. Ya ha empezado el regateo. Lo urgente se impone a lo importante. No hay noticia de que esté en marcha, con presupuesto y plazos, un plan global para la vertebración equilibrada del territorio. La falta de confianza en las actuales formaciones políticas y en las instituciones ha llevado a la red de asociaciones rurales, siguiendo el ejemplo de “Teruel Existe”, a la decisión de concurrir a las elecciones. La proliferación de partidos localistas, unida a la dispersión nacionalista de la periferia, indica que algo serio está fallando en el sistema de representación política.

En una apretada enumeración, recojo las más recientes inquietudes afloradas en el mundo rural, que han llegado a mi mesa estos días: Cierre de sucursales bancarias; clausura de ambulatorios médicos; problemas para comunicarse por internet, tener wifi es una aventura; invasión de parques eólicos y fotovoltaicos destruyendo el paisaje y el hábitat de aves y otros animales en las comarcas más despobladas, como las Tierras Altas de Soria, que conozco bien, aprovechándose de la falta de resistencia en los pueblos semivacíos o abandonados. Lo peor es que este atropello se hace con oscuras dádivas y la complacencia de las autoridades. Algo parecido ocurre con los intentos de implantación de granjas intensivas de cerdos, como la que se proyecta a los pies del castillo califal de Gormaz, o de vacas en Noviercas al pie del Moncayo. Todos se escudan en que cumplen la legalidad, y las autoridades miran para otro lado. Las plataformas de España que están en contra de los planes eólicos y solares anuncian una manifestación en Madrid el 16 de octubre bajo el lema «Renovables, sí, pero no así». En fin, la decisión estrella del Gobierno de declarar al lobo especie protegida ha colmado la paciencia de los ganaderos de más arriba del Duero que consideran la medida como la puntilla a la ganadería extensiva. Es lo que faltaba.