El Gallinero

La mentira de Sánchez sobre ETA

Otegui, con el padrinazgo de Sánchez, pretende revestirse con la piel de cordero sin condenar los asesinatos

El décimo aniversario del anuncio de ETA de abandonar las armas ha servido de nuevo para que la táctica del presidente del Gobierno vuelva a sustentarse en la mentira y la propaganda. La mentira, atribuir al PSOE de Zapatero y las negociaciones de Eguiguren con Otegui el logro. La propaganda, difundir a los cuatro vientos toda esa distorsión de la verdad, ayudado por el simulacro protagonizado por el mandamás de Bildu sobre su comprensión del dolor producido a las víctimas por él y sus secuaces.

Cuando la organización terrorista abandonó las armas, estaba vencida después de las operaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado descabezando a las sucesivas Direcciones, la asfixia económica y la colaboración de Francia y, especialmente, de EE UU gracias a las excelentes relaciones de Aznar con la Casa Blanca. ¡Ah! no se puede olvidar la ilegalización de los partidos siameses de ETA impidiéndoles presentarse a las elecciones. Precisamente, la suspensión de esa ilegalización fue el regalo que Zapatero-Eguiguren hicieron a los terroristas.

Otegui, con el padrinazgo de Sánchez, pretende revestirse con la piel de cordero sin condenar los asesinatos, sin ayudar a esclarecer los cientos de atentados que siguen sin clarificarse y rindiendo homenaje cuando son liberados de la cárcel. Al contrario, continúa vanagloriándose de su poder «ahora vamos a la conquista del Estado» «tenemos 200 presos dentro y tienen que salir de la prisión. Si para eso hay que votar los presupuestos, pues los votaremos». Dicho y hecho. Hemos conocido uno de los precios que se pagarán por el apoyo a las cuentas públicas de Sánchez, que en definitiva es quien está empeñado no solo en blanquear a Bildu sino también, si es cierto lo que cuentan algunos comentaristas que se supone bien informados, ayudarle a lograr la Presidencia del Gobierno vasco. Así es la vida.