Opinión

Demoledor balance de la pandemia

La OCDE acaba de hacer público un estudio evaluando en los Estados que la componen la gestión de la pandemia en función del balance económico de la misma medido en términos de pérdida o ganancia del PIB y de la renta per cápita. El análisis temporal se extiende desde el comienzo de la pandemia en 2020 hasta el tercer trimestre de este ejercicio, y el resultado es demoledor para España, que ocupa el puesto 23 de los 23 países que la integran; es decir, el ultimo de la clase.

Tomando como referencia 2019 como año base para el estudio, vemos que todos los países competidores de España en la UE y a nivel mundial presentan saldos positivos situados muy por encima de los nuestros, tanto en términos de PIB como de renta personal. En 2021 hay países que ya superan los datos de entonces porque están en plena recuperación económica; otros prácticamente los han equilibrado y están comenzando el despegue, y luego están los países como España, que tienen pérdidas considerables en ambos indicadores macroeconómicos. Noruega, Dinamarca, Suecia y Estados Unidos, encabezan la clasificación con saldos positivos en ambos indicadores, mientras Francia, Alemania e Italia, seguidos de Canadá, Japón y Reino Unido se encuentran en la zona templada, con la escasa diferencia de alguna décima en un sentido u otro respecto a las de 2019. Resulta muy preocupante nuestra situación, con pérdidas en ambos casos de hasta 6,6 y 6,3 puntos porcentuales, lo que nos sitúa –como decimos– a la cola de los países más desarrollados del mundo.

Aunque recientemente el INE ha ajustado en seis décimas el crecimiento del PIB para el tercer trimestre, la diferencia sigue siendo demasiado elevada respecto a nuestros países de referencia, lo que significa un enorme correctivo para España por parte de una organización del prestigio e independencia de la OCDE. Con estos datos a la vista y con el aval de su procedencia, los triunfalistas mensajes sanchistas lanzados por tierra, mar y aire quedan en entredicho. Ocupar el último puesto de ese cualificado ranking internacional refleja la grave situación que atravesamos, que exige un cambio de rumbo drástico en la errática política económica actual.

Si a este balance económico de la gestión de la pandemia, le unimos el balance sanitario, el resultado es descorazonador. Añádanle que la gestión legal ha sido declarada inconstitucional en los dos estados de alarma declarados por el Gobierno, y tenemos el arqueo final de dos años de una pandemia gestionada por un Gobierno socialcomunista manifiestamente incapaz e impropio de un país como España, Estado democrático y de derecho y miembro en la UE.