Medio Ambiente
Guerra híbrida: armas que no se ven
Una profesora de español residente en Kiev comentaba a Alsina en Onda Cero como los ucranianos padecen una guerra invisible, silenciosa, que calificó de «híbrida», en forma de ciberataques contra instituciones, bancos y empresas, creando situaciones que complican la vida diaria y pueden preceder o acompañar a una acción militar convencional. Si los hackers destrozan los sistemas digitales de las eléctricas, por ejemplo, el resultado es un gran apagón que suspende cualquier actividad.
Las guerras hoy son cada vez menos convencionales y más híbridas. Convencionales en apariencia, pero tecnológicas en verdad. El ejército de Azerbaiyán acabó en días con las defensas antiaéreas armenias en Nagorno Karavakh con el uso de drones. Se atribuye a los bots rusos el apagón que dejó a todos los bancos de Estonia sin funcionar durante una semana. Los ejércitos modernos tienen ya robots preparados para entrar en combate real. En el caso de Gran Bretaña, un 25 por ciento de sus soldados son máquinas. Y luego están las armas invisibles no reconocidas pero ya en el arsenal de los ejércitos de las principales potencias. Sónicas, térmicas o de microondas. Se conoce como «síndrome de La Habana» la patología descrita por algo más de doscientos diplomáticos en forma de mareos, turbidez, vómitos, intensos dolores y hasta la muerte. Sintomatología atribuida a pulsaciones invisibles de radiofrecuencia capaces de inhabilitar a cualquiera utilizando rayos en un rango de entre 100 y 300 gigahercios (un microondas casero tiene 2,5 ), que pueden dejar al enemigo literalmente “frito” sin necesidad de un solo tiro. Algo parecido a los sistemas infra o hipersónicos.
La guerra híbrida va mucho más allá de la post-verdad y la propaganda fake. Es la cyber- tecnología que ya está aquí.
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