Partido Popular

La guerra civil en el PP

«La conclusión de este órdago espectacular dependerá de la fuerza de cada contendiente»

Ha estallado la guerra civil en el PP. Desde hace meses había un enfrentamiento entre Casado y Ayuso, que en algún momento parecía que se podía resolver. La declaración de la presidenta de la comunidad de Madrid y la rueda de prensa del secretario general del PP hace que podamos utilizar la frase “sólo puede quedar uno” que se hizo famosa con la película “Los inmortales”. El choque de trenes es tan brutal que no hay punto de retorno. Las acusaciones de García Egea son muy graves, como lo son las de Ayuso contra la dirección nacional. El único antecedente que podemos encontrar de un conflicto de estas características fue la defenestración de Pedro Sánchez por los barones del PSOE, los expresidentes del Gobierno y un grupo importante de dirigentes del aparato nacional y de las organizaciones territoriales. En este caso es difícil determinar qué puede suceder. Las acciones emprendidas contra Ayuso conducen a su suspensión de militancia y ser apartada de la presidencia de la Comunidad. La conclusión de este órdago espectacular dependerá de la fuerza de cada contendiente. Lo que parece imposible es una reconciliación, sea real o artificial, porque el espectáculo ofrecido conduce a que solo pueda quedar uno.

Es evidente que la presidenta madrileña ha decidido presentar batalla y se está produciendo una movilización en su apoyo, así como declaraciones de aquellos antiguos dirigentes que quieren acabar con Casado. En esta guerra total hay un factor que lo distorsiona todo y es que eran amigos personales. No hay nada peor que un conflicto de estas características distorsionado por los afectos. Es evidente que la izquierda política y mediática le tiene ganas a Ayuso y que intentó atacarla sin éxito con el tema de su hermano. Hace meses que circula el famoso contrato y la presunta comisión que habría recibido su hermano. El problema de esta guerra civil es que beneficia solo a Pedro Sánchez y Santiago Abascal. La sustitución de Ayuso, como se presupone del expediente que se ha iniciado, no beneficia en nada al PP, sino que le perjudica. En sentido contrario se aduce que la adjudicación de las mascarillas es letal y que era necesario adoptar medidas porque habría que adelantarse a la izquierda.