El callejón con salida del PP

A la izquierda y los promotores de malos augurios les gusta mostrar la crisis del PP como una catástrofe que acaba con las posibilidades de un cambio en las próximas elecciones generales. Hay una campaña dura y persistente contra Casado que se ha convertido en el enemigo a batir. El problema es que esto no traerá sosiego a los adversarios del PP y sus aliados coyunturales en el centro derecha. La siguiente estación será destruir a Ayuso, porque el tema de los contratos será la excusa recurrente hasta el próximo año. La cacería está servida y la izquierda política y mediática es muy perseverante. Nada le resulta más grato que un enemigo debilitado y el crecimiento de Vox es una garantía para que Sánchez siga en La Moncloa. Ahora se ha desatado una lucha fratricida que persigue derribar al presidente del PP, donde hay maniobras entre bambalinas para cobrar viejas deudas de antaño. Es algo normal en un partido, pero también en la vida empresarial. La ambición y el poder son los motores que mueven cualquier carrera política, aunque sería bueno que se diera valor a la ética.

Hay que partir de la base de que no hay nada escrito y que el desastre actual se puede revertir como sucedió con el PSOE. Los barones y dirigentes socialistas, apoyados por los medios y periodistas afines, derribaron a Pedro Sánchez por el expeditivo método de destituirle y colocar una gestora. Eso sucedió el 1 de octubre de 2016. Unos meses después, el 18 de junio de 2017 recuperaba la secretaría general y humillaba a sus enemigos con una victoria clara y contundente. Ahora todos son fervorosos sanchistas e incluso algunos han cometido excesos en su conversión con tal de mantener el cargo o prosperar. Los antaño todopoderosos barones son fieles corderitos y otros, como su rival, Susana Díaz, han quedado laminados. Nadie pensaba que podría llegar a La Moncloa, salvo él mismo que tiene una resistencia extraordinaria y una gran seguridad. Es evidente que se han cometido errores y excesos, pero todo se puede revertir si existe voluntad de alcanzar un acuerdo. La unidad siempre ha sido la mayor fuerza del PP. Es bueno pasar página para conseguir derrotar al gobierno socialista comunista.