Ucrania

El país o la vida

Todo ha sido para nada. Ucrania no hubiera sido parte de la OTAN

En la ciudad ha vuelto a llover una lluvia desesperada con charcos y barrillo de fondo de trinchera. Madrid -casi Mariupol- es una ciudad hecha retales del invierno y árboles fantasma. Tenemos alergia, ganas de fin de semana y las de perder.

Ayer era ‘juernes’. Vivíamos en la primera parte de ‘Platero y yo’. Caían rosas de las siete galerías del paraíso y ahora resulta que tenemos las tropas rusas a las puertas de Kiev. El escenario adquiere un tinte irreal. En una de las imágenes, un coche circula por una de las calles de la ciudad y un tanque lo enfila de frente y le pasa por encima. En otro vídeo grabado poco después, unos vecinos intentan liberar al conductor que queda atrapado y vivo entre los hierros. Ucrania nunca hubiera entrado en la OTAN con un conflicto armado abierto en el país pues implicaría la activación automática del artículo 5 y una guerra a gran escala. Nadie firma un seguro de vida a un moribundo. Todo ha sido para nada.

Para que puedan defenderse y parar la incursión de los rusos en la ciudad, el gobierno de Ucrania ha entregado a los habitantes de Kiev, la receta del cóctel molotov. También les han metido en la cartera una página de periódico con una tribuna de fulano en la que habla de las sanciones económicas a Rusia para sacársela a los soldados y un sobrecito con semillas de violetas para que crezcan flores en sus tumbas. Zelenski los ha mandado al mismísimo infierno. Entre las decisiones imposibles está esta de elegir entre entregar su país o tu vida. En estos momentos, hay un tipo agazapado en su cocina con un caldero al fuego para verter desde el balcón un balde de agua hirviendo sobre la potencia armamentística enemiga. Rendirse también es morir de otra manera.