Desinformación

Las fake news: el control de las grandes plataformas

La libertad de prensa: de la restauración a la actualidad

La desinformación es otro grave problema. Es una práctica utilizada política, social y económicamente. ¿Quién decide que es verdad o mentira? Es un terreno donde se mezcla la opinión y la información y, además, lo que para alguien es verdad no necesariamente tiene porqué serlo. Es una cuestión subjetiva. Las medias verdades y mentiras circulan por las redes sociales. Se movilizan a favor o en contra de determinados políticos. A determinados líderes se les acusa de erosionar la democracia, ir contra las mujeres, ser racistas u homofóbicos sin presentar ninguna prueba concreta más allá que frases u opiniones en su contra. Las grandes plataformas pueden suspender la cuenta, incluso, de un presidente de Estados Unidos. Con motivo del asalto al Congreso, Twitter suspendió la cuenta de Trump por considerar que había incitado aquella protesta violenta y dejaba al que hasta entonces era el hombre más poderoso del mundo sin su principal altavoz. Las grandes plataformas han establecido controles a la desinformación que tienen criterios sectarios o cuestionables sobre esta materia y que actúan con absoluta arbitrariedad. Es lógico que se vete la incitación a la violencia, al terrorismo y la pornografía. Esas empresas han establecido límites para frenar la viralización de lo que consideran noticias falsas. La desconfianza a la política y las instituciones.

La libertad de prensa: de la restauración a la actualidad (1874-2022). Discurso realizado por Excmo. Sr. Dr. D. Francisco Marhuenda García en el Acto de su Toma de Posesión como Académico de Número el día 16 de marzo de 2022.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).