Medio Ambiente

Sahara: Mucho Más que un Desierto

El Sahara Occidental es mundialmente conocido por su riqueza en fosfatos. Los yacimientos de Bucraa son de los más grandes del mundo a cielo abierto. Dato relevante, pues se trata de un mineral escaso que no se puede conseguir de manera artificial, pero que es esencial para la producción de fertilizantes. Si el primer productor mundial es China, el segundo lo es el Sahara Occidental. Solo que mientras que las reservas mundiales de China, Estados Unidos y Rusia se están acabando, el fósforo saharaui tiene aún mucha vida, y supone el 70 por ciento del total. Se exporta al menos a India, Nueva Zelanda, Brasil, China, Filipinas y Japón, saliendo en su mayor parte desde el puerto fosfatero explotado por la Oficina Jerifiana de Fosfatos (OCP, por sus siglas en francés), diez kilómetros al Este de El Aiún. Transportados desde la mina de Fos Bucraa en una cinta transportadora de cien kilómetros de larga a través del desierto, el preciado mineral supone hoy una de las mayores riquezas de Marruecos, igual que en el pasado lo fue de España. La OCP es, de hecho, el segundo productor y el primer exportador mundial de este mineral en bruto y de ácido fosfórico, así como uno de los principales exportadores también de abono fosfatado. De ahí obtiene el Reino el 6 por ciento de su PIB.

Aunque no sólo los fosfatos son importantes en el Sahara. El banco pesquero sahariano es espectacular, también controlado por Marruecos, pese a que el administrador legal siga siendo España. Gracias a ese banco la provincia de Las Palmas fue otrora el puerto más importante del Océano Atlántico. Ahora sólo podemos beneficiarnos del pescado sahariano a través del acuerdo entre Rabat y la UE, que permite licencias para 92 barcos españoles.

Relevantes son las posibilidades de yacimientos de petróleo y gas. Marruecos ha dado contratos de prospección petrolera a dos compañías, una de ellas la francesa TotalFinaElf. Francia es el primer inversor extranjero en Marruecos, habiéndose convertido en el país con mayores intereses en el antiguo Sahara español. Tanto es así que el idioma francés se habla ya más que el castellano, lengua olvidada de facto por las autoridades de Rabat.

También ha cerrado acuerdos con Marruecos para buscar petróleo y gas en el Sahara el gobierno de Israel. Asimismo Rabat exporta en gran proporción arena para cementeras. E igualmente se hacen búsquedas de circonita y tierras raras bajo sus aguas. De modo que se entiende bien el interés que despierta el Sahara a nivel internacional, de manera muy particular por parte de los Gobiernos de Estados Unidos y Francia. España ha perdido en su antiguo territorio todo tipo de opciones económicas y estratégicas.