Partido Popular

Canela fina | Partido Popular-Vox; PSOE-extrema izquierda

«Fracturado el bipartidismo, Núñez Feijóo no podrá gobernar sin el apoyo directo o indirecto de Vox»

Si las encuestas tuvieran razón, Núñez Feijóo necesitará a Vox para abrir los portones del palacio de la Moncloa. El think tank sanchista ha puesto en marcha una tenaz operación para anatematizar al partido de Abascal. El centro derecha español apenas reacciona cuando no lo puede tener más fácil. Pedro Sánchez, tras anunciar a España insomnio ineluctable si la extrema izquierda entraba en el Gobierno, selló una alianza con el mundo comunista-podemita porque la política acostumbra a imponer extraños compañeros de cama. Además de su insólita coalición con la extrema izquierda, Pedro Sánchez, para ser investido, se vio en la necesidad de solicitar, tras hacer graves concesiones políticas y económicas, el apoyo de los partidos secesionistas vascos y catalanes y la añadidura atroz de la agrupación proetarra, todos ellos anticonstitucionalistas, en un ejercicio de indecencia que ha lesionado la dignidad de España.

Conviene recordar que, en 1996, tras las elecciones generales, a Felipe González le hubiera bastado el acuerdo con el Partido Comunista para continuar sentado en la silla curul de Moncloa. Pero el líder socialista es un hombre de Estado y se negó a presidir el Frente Popular. González había obtenido 9.425.678 votos y 141 escaños; Aznar, 9.716.006 votos y 156 escaños. Con los 21 diputados comunistas y el apoyo de los 16 de CiU, González se hubiera mantenido en Moncloa. Fragmentado el bipartidismo, Pedro Sánchez volverá a necesitar los escaños comunistas-podemitas, el apoyo de las agrupaciones secesionistas y del partido bilduetarra para continuar en el poder, suponiendo que la suma del Partido Popular y Vox no superen, como auguran las encuestas, los 176 escaños.

¿Cómo se puede evitar el tirón hacia la izquierda o hacia la derecha? La respuesta es clara: con el acuerdo PSOE y PP de que gobierne el partido más votado, lo cual es más que improbable. El 24 de noviembre de 1885, Cánovas del Castillo citó en los jardines del Pardo a Sagasta y selló con él un acuerdo para evitar la inestabilidad de España, ante la vigorosa amenaza carlista, el Rey Alfonso XII agonizando y la Reina María Cristina encinta. El Pacto del Pardo consistió en que el centro derecha apoyaría con sus escaños al centro izquierda y viceversa, dependiendo de quién resultara vencedor en las elecciones.

Luis María Anson, de la Real Academia Española