Opinión

Los secretos revelados por la sequía

«Se han hallado dos cadáveres en el fondo del embalse en apenas una semana»

Milímetro a milímetro, el Lago Mead, en Las Vegas, se evapora. Los estragos del cambio climático van consumiendo este embalse del sur de Nevada y a unos 30km de la ciudad del pecado. Una inusual sequía ha comenzado a revelar los secretos que yacían en el fondo del lago. Las aguas son cada vez menos profundas y en apenas una semana ya se han recuperado dos cadáveres, uno de ellos con un disparo de bala que llevaba dentro de un barril unos 40 años.

Mientras los ecologistas ponen el grito en el cielo por los mínimos históricos del nivel de capacidad, –que ha descendido un 30% en los últimos meses– los expertos en gángsters aguardan expectantes las autopsias para resolver crímenes de la época más violenta de Las Vegas.

Geoff Schumacher, vicepresidente de exposiciones y programas en El Museo de la Mafia, augura que «se recuperarán muchos más cuerpos, así como objetos físicos», aunque reconoce que no todos los cadáveres serán víctimas de los gángsters. Habrá más «ahogamientos, suicidios y otro tipo de asesinatos».

El periodista y autor de varios libros sobre la historia de la capital del juego apaga mis expectativas respecto al método de las «botas de cemento», pues reconoce que es más típico de los dibujos animados que de la vida real. «No obstante, arrojar los cadáveres en masas de agua –océanos, lagos, ríos– es ciertamente algo que ha ocurrido muchas veces a lo largo de los años. Se sabe que la mafia mete a las víctimas de los asesinatos en barriles y los lanza al agua».

Schumacher confía en que con la identificación del cuerpo en el barril hallado en el Lago Mead se resuelva el misterio de algún asesinato del pasado. «Esperamos que sirva de consuelo para la familia de la víctima y quizás también para responder a las preguntas que los historiadores tienen sobre lo que ocurrió durante la época de la mafia en Las Vegas».

Resulta curioso, pero Oscar Goodman, ex alcalde de la ciudad del desierto entre 1999 y 2011 y abogado defensor de algunos mafiosos de Las Vegas, se explica ahora por qué sus antiguos clientes estaban tan interesados por aquel entonces en el «control climático» y su singular preocupación por el nivel de las aguas.