Rey Emérito

Canela fina | Juan Carlos I, Felipe VI y Pedro Sánchez

«Pedro Sánchez ha acertado plenamente al impedir que se pusieran en marcha comisiones de investigación contra el Rey padre Juan Carlos I»

Aparte de la función esencial de administrar el derecho que tiene la ciudadanía a la información, el periodista profesional debe cumplir también con el ejercicio del contrapoder, es decir, elogiar al poder cuando el poder acierta, criticar al poder cuando el poder se equivoca, denunciar al poder cuando el poder abusa.

Y como la crítica no resultaría eficaz sin el elogio en el caso de que este sea merecido, quiero dedicar hoy un discreto aplauso a Pedro Sánchez por una actitud ejemplar que ha mantenido desde que se encaramó en el poder, sentándose en la silla curul del palacio de la Moncloa. En reiteradas ocasiones, la extrema izquierda coaligada con el PSOE en el Gobierno, e imprescindible para la mayoría parlamentaria, ha pretendido poner en marcha comisiones parlamentarias de investigación contra el Rey padre Juan Carlos I.

Y en todas las ocasiones, Pedro Sánchez se ha negado a que el PSOE sumara sus escaños para hacer viables esas comisiones de investigación que hubieran contribuido a desarticular la estabilidad de la Monarquía democrática. No era fácil para Pedro Sánchez la decisión tomada y, aunque algunos le busquen justificaciones egoístas, la verdad es que el presidente del Gobierno ha rendido un servicio incuestionable a la Institución y a la persona que tan impecablemente la encarna: el Rey Felipe VI.

No reconocer el mérito de Pedro Sánchez en este sentido significaría perder el sentido de la objetividad. Cánovas del Castillo lo aplaudió en Sagasta. Y mantener al Estado por encima del interés partidista se ha producido en los últimos años a cargo de Felipe González y también de José María Aznar. Convengamos desde la moderación y la prudencia en que Pedro Sánchez ha acertado al mostrarse firme contra los que pretendían una escandalera parlamentaria en torno al Rey padre. El tiempo le ha dado la razón a Pedro Sánchez. La Justicia suiza, la más independiente de Europa, y la Justicia española, tras años de exhaustivas investigaciones, han exonerado al Rey Juan Carlos del menor indicio de delito. La comisión de investigación que solicitaba la extrema izquierda no era más que una indecente maniobra política, una tórpida operación sectaria que hubiera fragilizado la estabilidad constitucional.

Luis María Anson de la Real Academia Española