Yolanda Díaz
Lo de Yolanda Díaz
«Ahora, la vicepresidenta busca ser presidenta organizando una kermés llena de optimismo y amor». Así es como lo transmite la propia interesada: «tenemos que querernos más», ha dicho
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, prepara ya sus oídos para el «proceso de escucha» –así lo ha bautizado– que iniciará en cuestión de tres semanas. Anuncia que recorrerá España para que los suyos –y quienes ella aspira a que sean suyos y aún no lo son– le digan lo que tiene que hacer para conformar una lista electoral atractiva, ganar en las urnas y ser la presidenta del Gobierno. Ese es el objetivo.
Pedro Sánchez se encuentra ante un dilema delicado. Como es natural, no quiere que «el espacio de Yolanda Díaz» –así lo calificó el presidente– robe votos al PSOE. Pero, al mismo tiempo, sabe que sin un cierto poderío electoral de la extrema izquierda será muy difícil repetir el conglomerado de Frankenstein que le llevó al poder y le mantiene en Moncloa desde 2018. El problema para Sánchez será encontrar una actitud intermedia, que facilite a Yolanda Díaz alcanzar ese pacto de fuerzas políticas populistas de izquierda, pero sin que eso debilite al Partido Socialista.
«Sumar» es el nombre inicial elegido por Díaz. Tiene todo el sentido político, porque de lo que se trata es de reunir bajo una sola marca –ella– a una gran cantidad de grupos y subgrupos políticos, poco amigos entre sí, que en algunos casos no se soportan, que han experimentado duros choques personales entre sus dirigentes, y que, sin embargo, no se diferencian tanto en sus ideas: todos están básicamente en lo mismo.
Yolanda Díaz intentará aplicar el pegamento necesario para unir a un sector político tan atomizado. En definitiva, intentará ser Pablo Iglesias. Fue él quien consiguió unificar bajo las siglas de Podemos a tanto disperso. Eso ocurrió al principio. Es cierto que a los pocos años, lo que Iglesias había unido lo separó el factor humano: las desconfianzas, las ambiciones y hasta los odios personales. Así en la vida como en la política.
Ahora, la vicepresidenta busca ser presidenta organizando una kermés llena de optimismo y amor. Así es como lo transmite la propia interesada: «tenemos que querernos más», ha dicho. Yolanda Díaz trata de reinventar Podemos en 2022, pero sin ese nombre y con ella como líder.
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