Cuartel emocional
La sonrisa del ofidio
Pueden creerme si les digo que aquí abajo, en mi estudio, un semisótano amplio lleno de libros donde mi pasado y mi presente se entremezclan con armonía, es donde mejor se aclara mi cabeza, quizá porque desde este plácido espacio he podido establecer un mirador hacia el mundo en soledad y alejada también del calor, casi del ferragosto anticipado que hemos padecido en la última semana. Tengo delante de mis ojos una enorme e imaginaria pantalla de cine donde se proyectan los avatares, los aconteceres de la semana y sus protagonistas, encarnados hoy en la mujer con sonrisa de ofidio, Mónica Oltra. Tengo para mí que el derecho a la presunción de inocencia es un principio inalterable a respetar, hasta que se demuestre lo contrario, reconociendo que la dignidad del ser humano es algo que se ha de exhibir según se recomienda desde las leyes de la ética y hasta de la estética, y esta mujer, a la sazón vicepresidenta del gobierno regional valenciano del partido Compromís,está imputada en un delito de encubrimiento por la gestión de los abusos de su exmarido a una menor tutelada. Este hecho repugnante crea una sensación de antipatía hacia el personaje, que además exhibe una sonrisa cínica de ofidio en sus apariciones públicas en las que declara que se resiste a dimitir, y el presidente Ximo Puig –ese extraño personaje-, a cesarla. Grave error. Digamos que si fuera del signo político contrario se hubiera producido una revolución a nivel estatal con grandes repercusiones en el exterior, como ocurrió con Camps que tan vilipendiado fue por esta despreciable individua, para finalmente salir absuelto de toda la basura que vertieron sobre él. Veremos cómo evoluciona este sucio y desagradable asunto, que está ocupando primeras páginas día sí y día también.
Hoy se cumplen ocho años desde que Felipe VI fuera proclamado Rey de España, luego de la abdicación de su padre Juan Carlos I. Los primeros años le sirvieron de rodaje hasta que tristemente llegó la ultraizquierda al Gobierno con todas las intenciones de cargarse la Institución, empezando por el que asumió la Presidencia, que todavía tiene aspiraciones a Jefe de Estado en una absurda e imaginaria república de la que, por fortuna, no hay la más leve traza. A la vista de que no existen muchas posibilidades y previendo que su mandato se extinguirá en breve –algunos comentaristas sospechan que antes de final de año podríamos tener generales ante la debacle socialista que se barrunta hoy en Andalucía-, anda ya buscando por aquí y por allá un puestazo que le permita gozar de un falcon, que es lo que le gusta, en plan secretario general de la ONU o por ahí. ¡Ni siquiera se le tiene en cuenta entre los líderes tipo Draghi, Macron o Scholz para ir a apoyar la candidatura inmediata de Ucrania a la UE!
Pero yo hablaba del Rey Felipe VI para felicitarle por su aniversario como Jefe del Estado y deseando que en un futuro próximo y lejos ya de un podemismo que se disuelve como el azucarillo en el café, podamos verle asumiendo sus Reales cometidos y responsabilidades, y no inaugurando ferias o escuelas de primaria, que es lo único que se le está permitiendo en la actualidad.
CODA. Esta tarde, a última hora, cuando comience el recuento de votos en Andalucía, estaremos tomando un picoteo y una copa de buen vino en casa de unos queridos amigos. Es ya tradición que nos reunamos siempre los mismos en estas ocasiones. La amistad y el vino son dos cosas que maridan divinamente, y la alegría es el rasgo común que caracteriza a nuestro grupo. Que los clementes Dioses bendigan la jornada e iluminen las cabezas de los votantes para que lo hagan de la forma más beneficiosa para todos. Amén.
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