Luis María Anson

Canela fina | Ciudadanos

«Rivera se negó a negociar con Sánchez tras las elecciones de abril de 2019 desencadenando lo que ha venido después. Los electores no han perdonado a Ciudadanos semejante incongruencia»

En las elecciones generales de abril 2019, Albert Rivera, al frente de Ciudadanos, cosechó 4.155.665 votos y 57 escaños, que sumados a los 123 obtenidos por el PSOE, suponían una holgada mayoría absoluta de 180. En lugar de cumplir con su papel de partido bisagra, Albert Rivera, un hombre joven, inteligente y razonador, decidió negar a Pedro Sánchez la menor conversación negociadora. Esa actitud provocó todo lo que después ha ocurrido.

Pedro Sánchez convocó nuevas elecciones en noviembre de aquel año 2019. Albert Rivera y su Ciudadanos se quedaron en 1.650.318 votos, es decir, 2.505.347 menos que en abril. Y sus 57 escaños se redujeron a 10. Se produjo así la imparable decadencia de Ciudadanos porque los electores no perdonaron la intransigencia del mes de abril que terminó en noviembre con un Gobierno de coalición del PSOE sanchista con comunistas y podemitas, amén de secesionistas y bilduetarras para alcanzar la mayoría parlamentaria.

Ante el resquebrajamiento de Ciudadanos, varios de sus dirigentes pusieron en marcha un acuerdo con el PSOE, que algunos niegan: desplazar al PP de su poder autonómico a través de mociones de censura encabezadas por políticos de Cs en Murcia, Madrid, Castilla y León y Andalucía. Miguel Ángel Rodríguez, que se encuentra en el pelotón de cabeza de los políticos más sagaces y capaces de España, se dio cuenta a tiempo de la maniobra y convenció a Isabel Díaz Ayuso de que convocara elecciones autonómicas anticipadas. El carisma de la presidenta madrileña desbarató la jugarreta perpetrada desde Moncloa en colaboración con varios dirigentes de Ciudadanos.

El partido de Albert Rivera se vino abajo. Perdió en Murcia, fue derrotado en Madrid, deshecho en Castilla y León y aniquilado en Andalucía. Los electores no han perdonado las incongruencias. Perdieron la confianza en una agrupación que, por razones todavía no explicadas, se negó a formar Gobierno con Pedro Sánchez, desencadenando todo lo que ha venido después.

Por cierto, que Juan Marín, el candidato de Ciudadanos en Andalucía, ha dejado en muchos sectores una excelente impresión por su sagacidad política, su dialéctica certera y su dignidad en la derrota. Son muchos lo que piensan que Moreno debería contar con él para el Gobierno andaluz.

Luis María Anson, de la Real Academia Española