Espacio

Devuélveme mi polvo lunar

«La NASA frena una subasta con material del Apolo 11»

Una casa de subastas de Boston anunció que ponía a la venta «una rareza única». Se trataba de «experimento de suelo lunar del Apolo 11 (cucarachas, portaobjetos y muestra de pruebas postdestructivas)» por el que esperaban sacar unos 400.000 dólares. Y se acaba de comprobar que este «extraordinario» expositor con polvo lunar es más que verdadero. La Agencia Espacial de Estados Unidos, la NASA, quiere recuperar estos materiales de 1969, ni más ni menos que de la histórica misión a la Luna. La NASA ha avisado a PR Auctions de que el Lote 3032 les pertenece. Les advirtieron que la subasta no debía producirse y el asunto podría pasar a los tribunales.

Cuando los astronautas volvieron a la Tierra, trajeron consigo muestras de la Luna. En total, unos 21,3 kg de roca lunar. Alrededor de 2 kilos se molieron, distribuyeron en frascos y se entregaron a los científicos para realizar diversos experimentos. La NASA envió a la Universidad de Minesota material para que tratase de determinar si la roca lunar contenía algo que fuera una amenaza para la vida terrestre. Así, alimentaron a varias cucarachas con polvo y observaron su comportamiento tras ingerirlo. También analizaron cómo afectaban a los microbios o la vida acuática la exposición a la tierra lunar.

Una de las que realizó este experimentó fue la Dra. Marion Brooks, entomóloga de la Universidad de St. Paul y contratada por la NASA para este fin. Brooks no halló ningún indicio de enfermedad o patógeno, y se sorprendió al observar que las partículas lunares no causaban ningún daño a las células estomacales de las cucarachas.

En total, se iban a subastar apenas 40 miligramos de polvo gris, así como los insectos y los portaobjetos de cristal de esta doctora. Parece que la hija de Brooks entregó a una casa de subastas todo el experimento en 2010 y ahora ha caído en manos de PR Auctions. Pero el Gobierno de EE UU insiste en que es aún y siempre ha sido el único dueño de todo este material lunar. Recuperar lo que fue nuestro no siempre es tarea fácil. Apreciar lo que se tiene es incluso más complicado.