PSOE
Inflación, convulsión, desafección
En las propuestas de Patxi López, María Jesús Montero y Pilar Alegría subyace un claro intento de Sánchez de tomar el control total del PSOE
Entre el calor extremo y los incendios devastadores, se abrasa lo que nos quedaba de alma en este año de nefastos récords históricos. Demasiado llevamos a cuestas. Vivimos instalados en la convulsión. Ahora nos suben los tipos de interés y, de entrada, vemos cómo, a la mayoría de los españoles, la hipoteca nos costará, de media, unos 100 euros más al mes. A eso súmale los precios, que seguirán inflados, con la guerra crónica en Ucrania.
Mirar al otoño supone echarse a temblar con el imprevisible Vladimir Putin y su mando del gas. El dominio energético del presidente ruso es capaz de doblegar a la Unión Europea. Hace bien este Gobierno en negarse, de entrada, al plan de ahorro energético que propone la Unión Europea sin consultarlo previamente con los países miembros aunque, en caso de emergencia, nos tocará también a nosotros racionar el suministro, compartirlo con los alemanes. Arden también esta semana las filas socialistas, andan los ministros nerviosos, intranquilos, cancelando de repente sus declaraciones a la prensa, observando los últimos acontecimientos, los nombres que pasan a la primera línea del partido por obra y gracia del presidente del Gobierno. No tenían ni idea de las intenciones de Pedro Sánchez los ya desplazados Felipe Sicilia y Héctor Gómez. En las propuestas de Patxi López, María Jesús Montero y Pilar Alegría subyace un claro intento de Sánchez de tomar el control total del PSOE y, desde esa posición, plantar cara a Núñez Feijóo, ahora que el CIS de Tezanos corona al líder popular, inevitablemente, como el ganador de unas hipotéticas elecciones generales. El abrazo entre Patxi López y Pedro Sánchez en el debate sobre el estado de la nación fue premonitorio. Montero y Alegría son esa cuota femenina que reclamaba, entre otras, Carmen Calvo, para el PSOE. Los tres, antes tan lejos del líder y, ahora, tan suyos. ¿Asistiremos mañana a una crisis de Gobierno, antes de que el presidente se vaya a La Mareta? Todo es posible en la imprevisible viña del señor. Entretanto, hemos asistido a la investidura de Juanma Moreno, que pone a Andalucía en el camino opuesto al de Moncloa, con un plan de rebajas fiscales que incluye deflactar la tarifa del IRPF. La receta lleva la bendición de Feijóo en una comunidad clave, ésa que escenificó en junio una realidad social que podría suponer el principio del fin del sanchismo. A Moreno, su rotunda mayoría absoluta le permitirá maniobrar con libertad y espero que podamos comprobar si la receta funciona. Busca el presidente andaluz perfiles profesionales, técnicos con experiencia, pero la política no está de moda. Faltan obreros, camareros y faltan vocaciones políticas en el país de la desafección.