Ciencia

Los beneficios del veneno

Puede servir para rehidratar la piel, calmar el dolor o incluso delimitar la extensión de tumores

Entre los vecinos más destacados de Sanliurfa se encuentran los temidos Androctonus Turkiyensis, o escorpiones locales. En los meses más calurosos, sobre todo en julio, es habitual que estos arácnidos salgan más de sus escondrijos y piquen a algunos habitantes de esta ciudad al sur de Turquía. A pesar de conocerlos bien, después de cohabitar durante tantos años, es difícil que en Sanliurfa termine el verano sin unos cuantos picazones. Ponen remedios caseros, técnicas centenarias que pasan oralmente de generación en generación, disparatados antídotos y hasta paisanos que de tantos aguijonazos a lo largo de su vida, ya son inmunes al veneno. Pero la mayoría acaba en lo servicios médicos.

A tan solo 15 km de Sanliurfa en el monumento megalítico de Gobleki Tepe –posiblemente el lugar de culto más antiguo del mundo– las elegantes columnas lucen escorpiones tallados en la piedra hace unos 11.000 años.

Pero en la adversidad siempre hay quien encuentra la oportunidad. Metin Örenler, montó su propia granja de escorpiones en 2020. Con unos 20.000 alacranes autóctonos, cada día «ordeña» el veneno a unos 300 ó 400 en el laboratorio. Con unas pequeñas pinzas, les aprietan suavemente en el aguijón de la cola, donde guardan este líquido lechoso tan tóxico que puede afectar al sistema nervioso y al vascular. Un sólo Androctonus Turkiyensis es capaz de producir 2 miligramos de veneno que después congelan para posteriormente secarlo y convertirlo en polvo. Aunque la mayoría de nosotros huiríamos de estos arácnidos, las marcas de cosméticos, analgésicos y antibióticos pagan auténticas fortunas por el veneno de escorpión. El veneno puede servir para rehidratar la piel, calmar el dolor o incluso delimitar la extensión de tumores. Según Örenler confesó a Reuters, un litro de ponzoña se vende en el mercado farmacéutico europeo a 10 millones de dólares. Siempre se había considerado uno de los líquidos más caros del mundo, ahora las cifras acompañan. Francia, Alemania, Suiza y Reino Unido son sus principales compradores. Aunque las marcas de belleza lo venden como milagrosos, donde sí se han probado sus propiedades es en la medicina y los científicos necesitan cada vez más muestras de este veneno para estudiar sus beneficios reales.

Mientras, los habitantes de Sanliurfa confían en que no haya un escape multitudinario en la granja.