Política

El creciente poder de Pedro Sánchez

«En un ejemplo de poder creciente, Sánchez también tiene el mando a distancia de la Generalitat»

Nunca nadie mandó tanto con tan pocos diputados (apenas 120). Los planetas se alinean solo episódicamente, pero a Pedro Sánchez los episodios circunstanciales se le multiplican, y tiene la habilidad política –y la suerte, que ya es leyenda entre sus filas– de que casi siempre sean a su favor.

El último evento bienaventurado para el presidente lo protagoniza el cada vez más desintegrado independentismo catalán. El gran aliado de Sánchez ha resultado ser Carles Puigdemont. El tiempo del que dispone en Waterloo –que es todo, porque no tiene nada especial que hacer– lo dedica a demoler lo que puede. Y desde allí ha lanzado un misil sobre la Generalitat. El fugado ha dado alimento a los más extremistas dentro del ya muy extremo movimiento soberanista para dejar a Esquerra a la intemperie. O, lo que es mejor aún para las intenciones del prófugo: provocar que la Esquerra de su íntimo enemigo Oriol Junqueras dependa de los socialistas para gobernar. Es decir: de un partido español.

Si ahora Pere Aragonès se pone en manos de Pedro Sánchez para que el PSC sea su sustento en el Palau de la Generalitat, el independentismo más empecinado tendrá la excusa para acusar a ERC de traición, lo que provocará nuevas grietas en ese sector secesionista que no consigue recuperarse de la derrota política que sufrió hace cinco años, con el referéndum ilegal y sus consecuencias posteriores.

Hasta ahora se podía decir que Moncloa dependía de la respiración asistida que le ofrecía Esquerra para mantener viva la legislatura nacional. Pero ahora es Esquerra la que necesita el respirador que le ofrece Moncloa para evitar un adelanto electoral en Cataluña que podría ser letal para el independentismo, a la vista de los odios internos que muestran cada día.

Pedro Sánchez necesita a Pere Aragonès –persona interpuesta del indultado Junqueras– para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y enfilar el camino a las urnas de 2023. Pero ahora es Pere Aragonès quien necesita a Pedro Sánchez para seguir presidiendo la Generalitat. Desde hoy, en un ejemplo de poder creciente, Sánchez también tiene el mando a distancia de la Generalitat.