pepu-hernandez

¿Quién se viste de Pepu?

Son pocos los dirigentes socialistas o independientes afines dispuestos hoy a que se les ponga cara de Pepu Hernández tras los comicios municipales

El partido socialista lleva mucho tiempo –tal vez demasiado para una formación de gobierno… o de poder– sin atisbar posibilidad alguna de colocar a un alcalde en el emblemático ayuntamiento de la capital de España. Demasiado tiempo contemplando cómo su distanciamiento con la realidad madrileña crece elección tras elección, ya sea ayuntamiento o comunidad autónoma, un divorcio con los electores que se ha visto acentuado por prisas históricas –como las de esos presidentes de clubes de fútbol que cesan permanentemente a entrenadores– y por la falta de un proyecto sin urgencias que permita hacer la travesía en el desierto de la mano de un nombre de referencia al que no le importe fogueare en la oposición contando eso sí, con el respaldo de la dirección del partido. Ahora el PSOE parece tener ya decidido el perfil de la persona que encabece la más importante lista de España a unas municipales, lo hará público a la vuelta de un par de semanas y no parece corresponderse –otra vez incurriendo en el error del agobio vital– con opciones de índole local conocedoras de la dinámica municipal como ocurriera con el popular Martínez-Almeida en la acera de enfrente antes de consolidarse como alcalde.

Se ha buscado por lo tanto un perfil que evite primarias sin sustos y que, todo apunta tendrá conocimiento y notoriedad general o lo que es lo mismo, otro candidato a muñeco roto si no consigue la mayoría que le catapulte a Cibeles y con poca disposición –pregunten a algunas ministras y ministros del Gobierno– por el trueque del estatus actual hacia una concejalía de oposición. Y es que, son pocos los dirigentes socialistas o independientes afines dispuestos hoy a que se les ponga cara de Pepu Hernández tras los comicios municipales, ya saben, puedes ser un grandísimo deportista, catedrático, escritor y hasta ministro, pero un limitado candidato, por mucho que se empeñe como hace cuatro años el mismísimo Pedro Sánchez. Ignoro si en esta ocasión el PSOE acertará con su cabeza de cartel en la villa de Madrid, pero no hace falta ser el más fino analista para colegir que la izquierda en general –excepción hecha del paréntesis Carmena– lleva demasiado tiempo vendiendo ideología y desfasadas disyuntivas izquierda-derecha, cuando lo que demandan los ciudadanos frente a la urna de municipales tiene mucho más que ver con la gestión más cercana. O toman nota en Ferraz, o alguien volverá a vestirse de «Pepu».