Política
Pedro González-Trevijano
«Desde la Ley, siempre desde la Ley, Trevijano trabaja para impedir que Sánchez se adueñe del Poder Judicial»
Preside el Tribunal Constitucional. Es hombre moderado y prudente. Ama la libertad. Cree en el derecho. Se ha convertido en una de las figuras públicas más sólidas y respetadas de España. Como constitucionalista su prestigio en Iberoamérica y en Europa desborda los límites. Su sencillez de trato se ha hecho proverbial y nadie le niega objetividad e imparcialidad al defender el Estado de Derecho.
Pedro Sánchez se ha adueñado, con notable eficacia y con solo 120 escaños, de la mayor parte de las instituciones que inciden en el proceso electoral: el CNI, el CIS, Indra, Ine, Correos, RTVE… aparte de controlar y distribuir a su antojo fuertes partidas de los Presupuestos Generales del Estado y de las ayudas europeas, en la «compra» de votos. Figuran en su Gobierno destacados miembros del Partido Comunista y de otras fuerzas de extrema izquierda que llaman a la España de la Transición, el Régimen del 78 y que aspiran a un profundo cambio constitucional. Por eso Pedro Sánchez pelea tenazmente por controlar la Administración de la Justicia y cree en aquello que escribió Ruiz Alarcón en Los pechos privilegiados: «Las leyes en manos de los reyes, que las hacen, son de cera».
Pedro González-Trevijano sabe que nuestro régimen de libertades depende en estos momentos, en gran parte, de que la Justicia española se evada de la voracidad sanchista y mantenga su independencia. Y desde la ley está dispuesto a que la división de poderes, fundamento de la democracia, se mantenga en España. No lo tiene fácil. Pedro Sánchez es pugnaz y absorbente. Y ha demostrado estar dispuesto a todo para permanecer en el poder. Necesita ahora los escaños de comunistas, podemitas, independentistas vascos y catalanes y bilduetarras. Y los necesitará con alta probabilidad si gana las próximas elecciones generales. Por eso quiere someter al Poder Judicial, por eso ha lanzado un órdago para controlar el Tribunal Constitucional y el entramado de la Justicia. Conoce la historia célebre del molinero que se enfrentó al Rey de Prusia, cuando el monarca quiso adueñarse de sus tierras: «Eso lo conseguirá –dijo el molinero– si no hubiera jueces en Berlín». En España todavía hay jueces independientes. La opinión pública, en fin, asiste expectante al pulso entre González-Trevijano y Pedro Sánchez.
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