PSOE

Doble toque de atención de Bruselas

Aquí reside la madre del cordero: el PSOE se niega a perder la posibilidad de seguir controlando en el futuro el CGPJ y por eso desean mantenerlo sometido a las mayorías parlamentarias de turno

En apenas un par de días, la Comisión Europea le ha dado un doble toque de atención al Gobierno de Pedro Sánchez respecto a sus pretensiones de asaltar la justicia española.

Por un lado, la Comisión se alineó el pasado martes con el Tribunal Constitucional al recordar que la posición europea sobre la reforma de las leyes que afectan al sistema judicial debe hacerse consultando previamente a las partes: es decir, con informes y debate suficiente como para fiscalizar el contenido de semejante reforma. Y, justamente, lo que el Tribunal Constitucional le ha afeado al Congreso es que haya aceptado tramitar la reforma de dos leyes orgánicas a través de dos enmiendas a una proposición de ley cuyo objeto estaba totalmente alejado del contenido de las enmiendas.

Es decir, la Comisión ha pedido a Sánchez que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional se tramite en plazos lo suficientemente dilatados como para posibilitar un análisis reposado de la misma: pero parece evidente que, con o sin sentencia del Constitucional de por medio, el PSOE no va a respetar esta petición.

Por otro lado, ayer el comisario europeo de Justicia también se pronunció sobre la parálisis de la renovación del Consejo General del Poder Judicial: «Lamento escuchar que, en España, se han suspendido las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial, el cual se halla en funciones desde diciembre de 2018. La posición de la Comisión Europea al respecto es bien conocida y se halla contenida en el informe Rule of Law de 2022: recomendamos a España que proceda a la renovación inmediata del CGPJ y que inicie, justo después, una reforma legal que permita adecuar el nombramiento de los vocales del CGPJ a los estándares europeos».

¿Y cuáles son esos estándares? Aquéllos de los que Sánchez no quiere escuchar hablar: «que al menos la mitad de los vocales del Consejo General del Poder Judicial sean jueces y magistrados elegidos por sus homólogos». ¿Recuerdan a Bolaños rechazar que «los jueces escojan a los jueces»? Aquí reside la madre del cordero: el PSOE se niega a perder la posibilidad de seguir controlando en el futuro el CGPJ y por eso desean mantenerlo sometido a las mayorías parlamentarias de turno. Tampoco aquí nos homologaremos con Europa.