Opinión

Nadar con los brazos atados

Antena 3 ha publicado un nuevo sondeo electoral según el cuál Feijóo sería el próximo presidente del Gobierno, superando el Partido Popular al PSOE en 5 puntos.

Según la encuesta, el balance del año es claramente negativo para el PSOE. No parece que haya sido por las dificultades de la crisis sanitaria del Covid 19 ni por la controversia acerca de las restricciones que polarizó las posiciones instituciones entre la Comunidad de Madrid y el gobierno Central.

Tampoco ha hundido a Sánchez la situación producida por la inflación, el colapso en el suministro de materias primas y los elevados precios energéticos, aunque es justo decir que, de momento, no ha tenido coste en términos de empleo, que es el dato que más desgasta a los ejecutivos.

No obstante, los dos primeros trimestres de 2023 serán claves, porque según evolucionen los precios y las decisiones del BCE sobre los tipos de interés se comportará el crecimiento económico.

Lo que ha hecho que la balanza caiga del lado popular es el pacto con el independentismo traducido en la reforma del Código Penal y en el enfrentamiento abierto con el poder judicial.

En esas decisiones políticas es donde debe buscar el PSOE la causa de la pérdida de apoyos de la que acusan recibo los sondeos. Es curioso que el sondeo de a3 dictamina que el PSOE sigue siendo un partido preferido al PP pero en intención de voto se sitúa claramente por debajo.

Para intentar salir del agujero, Sánchez ha diseñado una estrategia consistente en dar carpetazo a los asuntos polémicos antes de las vacaciones navideñas, confiando en la mala memoria de la sociedad española, y en aprobar un paquete de medidas dirigidas a los sectores más vulnerables que están afectados en mayor medida por la inflación y los tipos de interés.

Se trata de mostrar el perfil más social del ejecutivo, está por ver que sea suficiente para que la balanza vuelva a bascular a favor del Partido Socialista. Sea como fuere, en mayo hay elecciones municipales y autonómicas en algunas comunidades en las que los candidatos locales van a tener que luchar contra dos elementos: los adversarios y contra la mala imagen que ha cosechado Sánchez.

Desgraciadamente para ellos, las decisiones se toman en el Consejo de Ministros y no en los gobiernos regionales, por eso, se sienten como alguien a quien obligan a nadar a estilo mariposa con los brazos atados a la espalda.