Shakira

La España pasional

Socialistas critican a morados, y viceversa, pero de La Moncloa no se mueve nadie

Con media España cantando y comentando lo último de Shakira, queda comprobado el infinito poder de la música cuando se combina con el cotilleo, en esta España ávida de pasiones. Claramente…, funciona. Nuestros políticos se lanzan a utilizar el asunto como reclamo –en sus correspondientes redes sociales– para incrustar el mensaje electoral de turno entre sus potenciales votantes. Véase, por ejemplo, la última historia en TikTok de la ministra de Asuntos Sociales. Por cierto, sería mucho más interesante y pertinente que Ione Belarra se pronunciara sobre la enorme la metedura de pata de la numero dos de Igualdad, ya que ambas comparten formación política. Y sin embargo, mutismo total en Podemos. Ni siquiera Echenique ha abierto la boca.

Ángela Rodríguez Pam se ha permitido el lujo de bromear sobre las rebajas de condenas a violadores, tras la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí. Y no contenta con eso, al ver que le llovían peticiones de dimisión desde el PP y críticas desde las filas socialistas de su Gobierno, ella ha respondido acusando, de sus propias declaraciones, a los manipuladores y creadores de bulos. Y mostrándose, de paso, como una víctima más del machismo imperante. ¡Eso sí que es darle la vuelta a la tortilla!

Y sobre todo, es una frivolidad «indigna de una secretaria de Estado». Ahí coincido con las ministras del PSOE. En realidad, si aún no ha dimitido Irene Montero por la cascada de excarcelaciones de violadores que está provocando la ley que, según ella, protege más a las mujeres, ¿alguien espera que se marche Pam por unas palabras? Imposible, en este Gobierno de dos almas. Socialistas critican a morados, y viceversa, pero de La Moncloa no se mueve nadie.

La bomba nuclear que ha lanzado Shakira sobre Piqué ha conseguido, para suerte de Pedro Sánchez, que en estas primeras horas de la entrada en vigor de la reforma del Código Penal impulsada por su Ejecutivo, en España no se hable tanto de sus primeras consecuencias y, sobre todo, del futuro inminente del expresident fugado, Carles Puigdemont.

De un día para otro le tendremos de vuelta, según su abogado, ahora que ha desaparecido el delito de sedición. Ahora que prácticamente se ha despenalizado el Procés, como apunta el juez Llarena en su auto. Lo más probable es que Puigdemont se presente voluntariamente en Madrid en las próximas semanas. ¿Entraría en prisión preventiva? Debería, pero permíteme que lo deje entre interrogantes. No sé si será recibido con una alfombra roja, como adelanta el PP, pero desde luego su regreso televisado y comentado será motivo de un puñado de mítines letales de la oposición. Le hará falta al presidente del Gobierno otra bomba de Shakira.