Mundial de clubes

El trípode
Está claro que el sanchismo es intensamente «progresista», a juzgar por la rapidez con que sus dirigentes «progresan» económica y financieramente en su nivel de vida
La vicepresidenta segunda del Gobierno sanchista, Yolanda Díaz, hizo mutis por el foro en la tormentosa Sesión de Control del Congreso de anteayer, para evitar dar la cara ante la corrupción que rodea a su jefe en el PSOE. Y con las ramificaciones que se van conociendo a medida que el caso Ábalos se transformó en el caso Koldo, para ser ya el caso Cerdán, que de facto es el caso Sánchez: el cuarteto del Peugeot y los «5 magníficos» con la incorporación de la «fontanera mayor» de las cloacas, Leire Díez. Su afirmación de ayer es toda una declaración de intenciones al emplazar a Sánchez a darle garantías de que «la corrupción del PSOE no se extiende más allá del triángulo Ábalos, Cerdán, Koldo». Debe ser que ese triángulo es para ella también una «anécdota» en esa materia, que por de pronto ya aparece claramente extendida al socialismo de Navarra, donde la presidenta del gobierno de la Comunidad Foral, Chivite, ha cesado a su mano derecha en el partido porque su pareja trabajaba en la empresa beneficiada de contratos millonarios de su gobierno y de la que «casualmente» Cerdán es propietario de casi la mitad de su capital accionarial. Está claro que el sanchismo es intensamente «progresista», a juzgar por la rapidez con que sus dirigentes «progresan» económica y financieramente en su nivel de vida. Sin duda es tan progresista como feminista, tal y como acreditan los feministas del Peugeot con un plantel de «modelos» cuyos nombres empiezan a ser de conocimiento general, desde Jesica, pasando por Ariadna y Carlota hasta la última incorporación y última adquisición conocida del inagotable Ábalos, si bien para evitar malentendidos hay que decir que estaba en su piso de Valencia haciendo la limpieza (de discos duros, al parecer). Ahora ya compiten con el Tito Berni en liderar el catálogo, y por ello la ministra de Igualdad –y mano derecha de quien detenta ahora la Cartera de Ábalos, Óscar Puente– ha desempolvado el anteproyecto de ley para acabar con la prostitución. Es un debate que promete ser muy seguido por la opinión pública y la publicada, sobre todo por conocer el sentido del voto de los diputados que, como Ábalos, entre otros «progresistas feministas», tienen acreditado no poco conocimiento en la materia. Ayer Sánchez se dio de baja del acto de reelección de Unai Sordo al frente de CCOO, quedando su agenda pública en blanco, en lo que parece ser un previsible anticipo de su huida hacia ninguna parte, que va a arrastrar al PSOE hacia el lodazal. El daño reputacional para España puede llegar a ser inaceptable para su dignidad e interés general.
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