A pesar del Gobierno

La dama odiada

La Razón
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La película sobre Margaret Thatcher ha vuelto a despertar la vieja inquina que le tiene la izquierda, que simplemente no la puede soportar, y la odia como odia a Reagan y a Juan Pablo II, y por la misma razón: porque la asocia (correctamente) con la crisis del comunismo, el sistema más criminal que nunca haya sido perpetrado contra los trabajadores. Estos tres personajes, y no, por ejemplo, Felipe González, tienen el honor de haberse contado entre sus principales enemigos.

Eso les duele a los progres. De ahí que agiten el respaldo que brindó Thatcher a Pinochet ¡y lo hacen después de haber callado durante años ante tantos progresistas que apoyaron a Fidel Castro! Algunos llegan a hablar de las dictaduras militares y la Operación Cóndor, como si el comunismo no hubiese tejido una conspiración terrorista en América Latina (no lo digo yo, lo dicen ellos: véase la notable autobiografía de Jorge Masetti, Entre el furor y el delirio). Abundan otros clichés, como que la economía fue mal en Gran Bretaña porque hubo mucha "desigualdad"o poca "cohesión", espantajos habituales de quienes prefieren ignorar los resultados del intervencionismo en términos de opresión, pobreza y paro. Incluso la llaman "ultraliberal", a ella, que subió los impuestos. Y el mayor disparate es que la liberalización de los mercados financieros produjo la Gran Recesión, como si no hubiese habido intervención de autoridad alguna en la generación de la crisis.

gasto público menor? Muy pocas habrán visto, muy pocas o ninguna. En cambio, han visto innumerables manifestaciones en sentido contrario. Es más, casi todas las manifestaciones que tienen que ver con el gasto público son manifestaciones que exigen su aumento, o al menos que rechazan enérgicamente su disminución o recorte. Entre pancarta y pancarta, igual convendría pensar en por qué sucede esto.