El Estado del Mundo
Boicot a China
Tiemblen. China es ya la segunda economía mundial. El PIB del coloso asiático superó el de Japón en el segundo trimestre de este año: en términos nominales, 1,33 billones de dólares por 1,29. Ahí es nada. Todavía hay quien defiende que no se nos van a comer a todos, escaldándonos en un cuenco de fideos humeante. Sostienen algunos que la tecnología y el diseño son cosa de nipones, europeos y americanos, y que las baratijas quedan para la mano de obra esclava de ojos rasgados. Puede que el crecimiento chino se cimentara sobre esa base hasta ahora, pero el salto cualitativo (como ocurrió con Corea del Sur) está al caer y sus consecuencias serán devastadoras para EE UU y Europa. Mientras los empresarios de Occidente se llenaban los bolsillos deslocalizando sus compañías -aprovechándose de los miserables sueldos que tenían que pagar en Oriente (el salario mínimo en China es hoy de 140 dólares y eso que lo han subido un 30%)- con el pretexto de que sus trabajadores no eran "competitivos", y los gobiernos de las "potencias"miraban hacia otro lado, evitando tocar las narices a una dictadura de manual con tal de contentar a sus multinacionales y, de paso, acceder a un mercado de 1.300 millones de consumidores, el régimen comunista atesoraba un caudal de yuanes con el que alimentar un crecimiento anual del 10% y comprar 850.000 millones de dólares de deuda estadounidense (el primer tenedor de bonos USA). La desleal competencia china, cimentada en los más de 200 millones de trabajadores llegados del campo para trabajar en turnos ilimitados sin un sólo día de descanso por un catre donde dormir a pie de fábrica, y que las grandes economías han bendecido con la falacia de la competitividad, terminará devorándonos.
Queda muy poco para que China nos sobrepase en todo. De momento, aún les colocamos algunos productos (de acuerdo, uno de cada cuatro Volkswagen se vende en China), pero ya comienzan a comprar buques insignia de nuestras economías (como la sueca Volvo) y no pasará un lustro para que sustituyamos los televisores coreanos por otros más baratos con tecnología de vanguardia "made in China". Por qué no, si "producen"600.000 ingenieros al año (por los 400.000 de India, los 100.000 de toda Europa y los apenas 70.000 de EE UU). A este paso sólo nos quedará el turismo. O ni eso, porque las previsiones indican que en 2020 China será la primera receptora de visitantes, por delante de Francia, EE UU y España.
Uno de cada cinco habitantes de la Tierra es chino. Por pura estadística liderarán el mundo. Puede que ni usted ni yo lo veamos, pero más vale que vayamos preparando a nuestros hijos. Habrá que explicarles cómo demonios permitimos que unos cuantos "capataces"sin escrúpulos (los mismos que se forraron esclavizando africanos hace unos siglos) nos despojaran de nuestros derechos laborales y nos echaran a la calle porque nos negamos a retroceder 150 años y regresar al "feudalismo"industrial. Habrá que explicarles por qué pertenecen a una generación perdida: hipertitulados con salarios de risa incapaces de independizarse porque su trabajo "lo hacen en China (o en India) a mitad de precio". Pero no desesperen, aún podemos luchar. Aunque nos suponga pagar más por un producto que respeta las reglas. Nos queda el derecho a no comprar "chino"mientras no supriman la esclavitud y permitan a sus trabajadores sindicarse libremente. A las barricadas pues, aunque estén hechas en China.
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