Abierto, ¿sólo en vacaciones?

Abierto, ¿sólo en vacaciones?

Para muchos la época estival es el momento de retomar la pasión y las relaciones con la pareja. Retomar el sexo puntual tras la sequía del curso, suele ser una tarea ardua, dado que los cuerpos están algo oxidados. Sin embargo, en esto, como montar en bici, los órganos no olvidan y saben perfectamente la mecánica, aunque cueste encontrar el tono y la sintonía adecuada.

Una semana de relax en playa, campo o montaña propicia miles de momentos buenos para el sexo, en entornos en los que uno se encuentra tranquilo, relajado e incluso desinhibido. Lejos quedan los encorsetados días de estrés laboral y doméstico, donde el reloj marcaba la hora en que debe empezar y terminar el coito, para poder descansar y dormir con el fin de poder seguir con la cruz de la maldita rutina.

Muchas parejas se reencuentran, pese a la difamada regla de que en verano se rompen un alto porcentaje de las mismas. Y si hacemos caso a la sabiduría popular, también es justo mencionar los amoríos de verano, que si hay suerte y hay amor del bueno, resisten hasta la llegada del frío.

Animarse en verano es bueno, saludable y más que recomendable darse una alegría, a ser posible en pareja, que para las individualidades ya está el triste otoño e invierno. Viajar a lugares donde uno pasa desapercibido, donde es capaz de vestir como no lo haría "jamás nunca"en su ciudad, invita a la desinhibición tanto en la cama como fuera. Aprovechen estos días, sobre todo para las tareas pendientes...