El Sexo Sentido
Juguemos al tabú
El sexo mueve el mundo. Nos hace cometer locuras, trae a nuestra cabeza los pensamientos más oscuros y fantasías sonrojantes que, si somos afortunados, podremos hacer realidad. La búsqueda del placer conduce por caminos, rectos a veces, tortuosos otras, pero no aventurarse a recorrerlos supone no paladear la salsa de la vida. Este blog se escribe desde una cama de sábanas revueltas, en caliente, pero con la vocación de esbozar una sonrisa, descubrir provocadoras obsesiones y resaltar lo más saludable de las relaciones íntimas.
A la hora de escribir este blog cuesta poner límites. Porque algunos se pueden sentir algo incómodos, pero aquí hay sitio para todas las formas de pensar. Resulta difícil elegir las palabras y eso me recuerda a una partida de un popular juego de mesa: el Tabú. Me tocaba definir la palabra "sexo", pero no podía decir p... (¡tabú!), ni c... (¡tabú!), ni v.. (¡tabú!). Malditas palabras prohibidas. Tanto pitido empezó a desesperarme. Así que terminé recurriendo al clásico: "Es lo que hacen las personas, muchas veces en la cama, y con lo que se pasa muy bien y es muy sano". Al unísono salieron mil y un sinónimos de la palabra en cuestión, a cual más burdo.
-F... Es f...
-¡Chingar!
-¡Echar un polvo!
-¡Un casquete!
-¡Un kiki!
En definitiva, da igual cómo lo llamen, la cuestión es que todos lo identificaron a la primera y lo relacionaron con el placer. Y eso es el sexo. Es divertido y es sano. ¿Por qué censurarlo? Bien vivido, con salud y cabeza, el sexo sentido, consentido... y con sentido, es parte de nuestra experiencia como animales racionales. Dejemos volar la imaginación y abramos una ventana a la diversidad de opiniones, que de eso también se aprende.
Para quien le interese, al final perdimos la partida. Salió "vajilla", pero mi compañero leyó "vagina". Imagínese las definiciones. La sucia mente le traicionó o quizá no podía quitarse de la cabeza la palabra que hubo que definir minutos antes, la más buscada, la más escuchada... S-E-X-O.
Qué curioso el juego éste del Tabú... para el que también hay que tener un sexto sentido, o un sexo sentido como hemos titulado este espacio digital. El sexo también es un juego y en esa línea nunca diré quién soy, porque el misterio siempre despierta la imaginación. ¿Empezamos?
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