El PP quiere gobernar con CiU en Barcelona

En Génova ha hecho cálculos y creen que pueden llegar a gobernar con CiU en el Ayuntamiento de Barcelona después de las elecciones del 28-N. El PP ha diseñado una campaña con un toque moderno y catalanista. Dicen sus estrategas que el objetivo es conseguir que de una vez por todas se la reconozca como un partido catalán, libre de esa imagen "rancia"en la que han intentado encasillarla sus adversarios políticos. Por eso se cuida mucho la imagen de autonomía de la organización regional, aunque en estas elecciones, como en todas las anteriores, haya un equipo sobre el terreno de destacados miembros del "aparato"de Génova que vigilan la organización y que todo esté a punto. Bajo cuerda, el nexo con Madrid es permanente, a través de veteranos en tareas de Organización como los diputados José Antonio Bermúdez de Castro o Arsenio Fernández de Mesa. El discurso oficial sobre los objetivos tiene la ambición a la que obliga cualquier cita con las urnas. Pero de puertas adentro el PP apoya los pies en el suelo y sabe que a nivel autonómico no tiene mucho más margen que el de subir en número de votos y crecer uno o dos escaños. En el plano municipal el cuadro también pinta complejo para los populares: ahora bien, crecer algo y tener la puerta abierta a participar en el Gobierno de un ayuntamiento potente como el de Barcelona les valdría para justificar el discurso triunfal de la noche electoral que ya preparan.