V de Viernes

China, Imperio en renovables

Pese a ser el mayor emisor de CO2 y el que más carbón consume, el gigante asiático lidera ya la producción mundial de energía fotovoltaica

El tono jactancioso con el que abordamos generalmente en Europa y Estados Unidos realidades diferentes a la de nuestros continentes, no deja de ser mera nostalgia de lo que fuimos en el pasado, como imperios colonizadores de América, África y Asia. La realidad del mundo hoy es que es multipolar, con potencias emergentes como China e India que lideran los principales rankings globales en casi todos los órdenes, salvo el militar (que sepamos). Europa saca pecho a diario de lo mucho que hacemos y de cuanto invertimos en transformar nuestro sistema de producción en sostenible, pero lo constatable es que solo China ha crecido más del doble que la UE y Estados Unidos juntos en materia de energías limpias. Verdad que el gigante amarillo es el mayor emisor de CO2 y también el país que más carbón consume del orbe, pero a la chita callando se ha consolidado paralelamente como la nación que más avanza en materia de energía solar fotovoltaica, sobre todo en los tejados de viviendas, escuelas, industrias y edificios en general. Algo en lo que están dando igual una lección de sentido práctico, pues el absurdo de Europa (y España) es que se potencia más la instalación de huertos solares sobre campos, impidiendo que los mismos se destinen a la agricultura, como dicta la lógica.

La intención de los chinos es cubrir con paneles de silicio no menos del cincuenta por ciento de los techos y azoteas de sus predios, en cualquier parte del país. Ciertamente, tener tejados sin paneles carece hoy de toda lógica, y ya sabemos a qué ritmo trabajan no solo los chinos, sino los asiáticos en general. La revolución verde, de la que tanto presume la señora Von der Leyen, es una realidad pujante en Eurasia (Armenia, Azerbaiyán, Georgia y Turquía), muy avanzada en los denominados «tigres asiáticos» (Corea, Singapur, Hong Kong y Taiwán), y en las potencias petroleras del Golfo Pérsico (Emiratos y Arabia Saudí), que destinan buena parte de los beneficios del petróleo a levantar instalaciones gigantescas de paneles, para no quedarse atrás cuando se acabe el oro negro.

Datos a tener en cuenta cuando nos disponemos a analizar el mundo de hoy. A veces nuestro egocentrismo patológico no nos deja ver más allá de Occidente, y miramos con superioridad a cuanto viene de Oriente. Pues bien, en materia de renovables China constituye ya hoy el mercado de energía solar más grande del planeta. Superó a Alemania como tal en 2015, y figura por encima de Estados Unidos y Japón, que ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente. También en China se encuentra la planta de Lomngyangxia, en la provincia de Qinghai, que es la más extensa del orbe en energía hidro-solar, construida por PowerChina y conectada a la red eléctrica del coloso oriental hace apenas un mes. Solo datos.