Iñaki Zaragüeta

A pagarlo, poca ropa

Cada día estoy más convencido de que los políticos deberían regirse por las mismas normas laborales que el resto de los humanos. Las mismas cotizaciones, los mismos derechos. Así no sucederían casos inexplicables y, en mi opinión, injustos como el de los exaltos cargos de la Generalitat que deben devolver todos los emolumentos recibidos del subsidio por desempleo porque cobraron tres meses de sueldo como indemnización. Si hubieran tenido la misma situación que todos los demás, ni hubieran cobrado la indemnización ni se verían conminados a retornar el paro.

Otra cosa es que la disposición de la indemnización por tres meses haya sido un error porque, al hacerla miméticamente a la de la Administración central, no se dieron cuenta que en ésta se cobra una indemnización equivalente a dos años, cantidad que compensa sobradamente a la máxima relativa al seguro de desempleo.

Por otra parte, la consecuencia personal es grave, porque son percepciones gastadas y su reintegro se hace prácticamente inviable, a no ser que les salve la vía judicial. Como dice el sabio refranero: a pagarlo, poca ropa. Los demás, los responsables, de rositas. Así es la vida.