Afecto recíproco

A rtur Mas ha escrito mucho en los últimos tiempos para defender su derecho a decidir. La última oleada de artículos apareció en seis países europeos. A saber, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, Estonia y, nada más y nada menos, Malta. El presidente de la Generalitat no ha tenido el éxito esperado. Más bien ha ido de derrota en derrota. Empezó enviando libros a los líderes mundiales. Siguió con cartas a los líderes europeos. Sin respuesta pública. O sea, con mala respuesta para sus intereses. Luego se ha dedicado a las tribunas públicas. Su éxito tampoco es para tirar cohetes. De hecho, un solo artículo publicado en el Miami Herald ha dejado en mantillas la afamada «internacionalización del conflicto» que teorizan los timoneles del nacionalismo catalán. Los mismos que cuando reciben la respuesta del exterior, de la Unión Europea por ejemplo, la desprecian porque no les baila el agua. La autora, la dirigente socialista Carme Chacón. Vive en Estados Unidos. Trabaja en la Universidad. Tomó esa decisión. Fue criticada y denostada. Sin embargo, tuvo los arrestos de dejar su escaño, dejar de calentar banquillo, dejar de no hacer nada –no la dejaban– y dejar de cobrar dinero público por un trabajo más que cuestionable. Sus más cercanos dicen que Carme sigue a diario la prensa española, habla con dirigentes políticos, con empresarios, con movimientos cívicos. Volverá este próximo mes al Comité Federal del PSOE. En el último, puso en evidencia que el proceso de primarias era una engañifa a los militantes y a los simpatizantes. Incluso, algunos dirigentes socialistas dudan de que se convoquen las primarias. El aparato del partido y el secretario general no están por la labor. Es un mal trago para los que consideran el PSOE como una finca de su propiedad.Chacón deja claro en su –pedagógico– artículo que los nacionalistas se inventan la historia a su medida y es contundente al negar legitimidad democrática a la consulta soberanista. También marca una salida política para desbloquear una situación enconada y viciada. Chacón apunta a una reforma federal, a la revisión de las leyes que armonicen las relaciones con un carácter federal. Pero, sobre todo, reivindica una política de afecto recíproco entre catalanes y españoles, porque los catalanes son españoles y viven su españolidad a su manera. La volverán a poner a bajar de un burro. Sin embargo, siempre es bienvenido el aire fresco aunque venga de la calurosa Miami.